"El callo solar no existe": alertan sobre una práctica difundida en Tik Tok que puede generar cáncer de piel

"El callo solar no existe": alertan sobre una práctica difundida en Tik Tok que puede generar cáncer de piel

Los especialistas aseguran que no existe un bronceado saludable.

Se recomienda tomar solo hasta 15 minutos de sol sin protección. Se recomienda tomar solo hasta 15 minutos de sol sin protección. Foto: Freepik
06 Mayo 2024

En Tik Tok diferentes influencers no especializados empezaron a difundir una práctica no certificada. Bajo la excusa de lograr un bronceado saludable, proponen generar un "callo solar" en la piel mediante la exposición prolongada al sol. Pero, advierten los dermatólogos, tal cosa no existe.

La práctica, además de inexistente, es altamente peligrosa. Supone que una piel es capaz de desarrollar una "defensa" o película -el callo, propiamente-, que la protege del sol y que le permite broncearse libremente. 

"Esto es totalmente falso, desde el punto de vista dermatológico, el callo solar se refiere a una piel que está muy dañada, muy deteriorada por el sol", explica la médica dermatóloga Isabel Goncalves en su cuenta de Tik Tok.

Por qué el callo solar no protege la piel

El sistema de bronceado que proponen las redes expone a la piel a niveles desmedidos de riesgo de padecer cáncer. Lo que se conoce como callo solar no es una defensa que desarrolla la dermis, sino un sistema de salud. Los colores altamente bronceados o morenos -cuando se adquirieron por tomar sol- pueden ser indicadores de que la piel ya no puede broncearse más.

Como reacción a esta exposición, aparecen signos como:

- Manchas

- Arrugas

- Líneas de expresión

- Flacidez

- Poros dilatados

- Puntos blancos

- Opacidad

Todas estas marcas implican un riesgo de cáncer de piel, incluso de melanoma, un cáncer con altos niveles de mortalidad.

Un artículo publicado en el portal "El Mundo" sostiene que los dermatólogos recomiendan que nos expongamos a sol unos 15 minutos al día sin protección. A su vez, señala que no se trata de una exposición del rostro, sino de recibir los rayos solares en una superficie equivalente a toda la espalda o brazos y piernas.

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