Cesar Luis Menotti es uno de los grandes revolucionarios del fútbol argentino. No sólo porque dotó de una identidad a la selección argentina con pases al ras del piso y con buen trato de pelota. Ese aspecto sólo fue una parte de todo el combo que logró imprimir “Flaco” en su estadía en AFA.
Más allá de eso, uno de los logros más importantes y por el que no obtuvo ninguna medalla, fue lograr una expansión del deporte más allá de las fronteras de Buenos Aires, y develó el talento del fútbol de interior. Dentro de esa búsqueda constante, Tucumán fue una de las provincias que visitó en reiteradas ocasiones y, en donde en más de una ocasión se llevó una sorpresa.
El historial es extenso y con demasiadas frases para el recuerdo. La primera visita fue en mayo de 1975. Al frente de la Selección juvenil, “Flaco” llegaba a la provincia para disputar un amistoso frente a Atlético Tucumán. Las lesiones había impedido que el DT cuente con la totalidad de sus figuras como lo eran Daniel Bertoni y Alberto Tarantini, quienes luego se convertirían en piezas claves en la obtención de la Copa del Mundo de 1978.
Pese a ellos, Menotti llegó con un elenco estelar a Tucumán. Daniel Passarella, Marcelo Trobbiani y Jorge Valdano eran algunos de los convocados para aquel amistoso en el Monumental José Fierro. Incluso, había convocado al tucumano Armando Quinteros que en aquellos años jugaba en Vélez.
La Selección juvenil arribó a la provincia durante la noche del 6 de mayo. Pese a contar con nombres llamativos hubo una discreta cantidad de hinchas que se acercaron al aeropuerto Benjamín Matienzo para recibir a los jugadores y cuerpo técnico. “Es un partido importante para mis dirigidos. Lamento no poder adelantar la formación porque el ingreso de Valdano me trastocó los planes. Incluso no hablé con el jugador porque llegó justo para embarcar. Tengo constituida la línea de cuatro y el arquero que será Suárez. Pero desde medio campo en adelante tengo el panorama un poco complejo”, decía “Flaco” sobre la posible formación que expondría en el amistoso.
El partido fue atípico y desilusionante y terminó en un aburrido empate sin goles. Según la crónica de LA GACETA, hubo quejas y chiflidos debido al bajo nivel futbolístico que ambos equipos habían expuesto.
Si bien la Selección intentó seguir la filosofía menottista, quedó lejos de tener la profundidad necesaria para generar peligro y solamente llegó en dos ocasiones al arco del “decano”. La crítica fue tan dura que, por el lado del equipo nacional, solamente destacaron dos jugadores: José Luis Pavoni y Trobbiani.
Párrafo aparte se merece la recaudación del partido que no había cumplido las expectativas de la dirigencia de Atlético. El club había reunido 18 millones de pesos, monto que resultó escaso para cubrir todos los gastos del evento y por lo que Atlético terminó con un déficit de entre cuatro y cinco millones de pesos.
Una de las razones por las que los valores habían incrementado considerablemente fue por un problema con el hospedaje de la Selección. Los dirigidos por Menotti consideraron que el alojamiento elegido por los organizadores no cumplía con las comodidades correspondientes y decidieron trasladarse a otro establecimiento que sí cumpliera con sus condiciones. Luego de ello, Menotti y sus dirigidos retornaron a Buenos Aires el 8 de mayo por vía aérea.
El segundo capítulo (y uno de los más recordados) fue en noviembre de 1978. Luego de consagrarse como campeón del Mundo, “Flaco” continúo con el trabajo en las juveniles y llegó a Tucumán para disputar un amistoso frente al Cosmos de New York; un duelo que pasó a la historia por ser el primer enfrentamiento (y único como jugadores) entre Diego Maradona y Franz Beckenbauer.
“El trabajo de la Selección Juvenil está en su fase final. El 1 de diciembre ya podré anunciar quiénes serán los 18 hombres que nos representarán en las eliminatorias en Uruguay en enero venidero; de donde saldrán los dos representantes sudamericanos para el Mundial de Japón 1979”, comentaba “Flaco”, en diálogo con LA GACETA.
Sin embargo, la continuidad del DT al frente de la “albiceleste” era una incógnita por aquellos tiempos. “Tengo contrato con AFA hasta el 31 de diciembre y lo cumpliré. Después vamos a ver qué pasa. De River no recibí ningún ofrecimiento”, declaró y optó por guardar silencio sobre su posible presencia en el Mundial de España 1982.
El duelo fue un capítulo aparte. Con una gran actuación de Maradona, los dirigidos por Menotti vencieron 2-1 al equipo norteamericano. La victoria fue tan contundente que ya se veían uno que otro destello de la idea de juego del entrenador.
El 26 de julio de 1979 volvió a la provincia como DT de la juvenil. En aquel momento, jugó un duelo frente a un equipo de la Liga Tucumana. Con goles de Herrera y Medina, el combinado local superó 2-1 a la Selección.
Gabriel Calderón hizo el gol para los dirigidos por “Flaco”. “Estoy satisfecho con la actuación de la Selección que reaparece en un partido importante frente al público y ante un adversario difícil. Se nos escapó el triunfo en los últimos 10 minutos porque pudimos haber ganado. Pese a perder, se demostró que el Juvenil tiene futuro. Es un equipo ofensivo. Hemos venido a hacer esta experiencia y tuvimos siete oportunidades de gol. Por momentos perdimos el equilibrio, como le pasaba al Real Madrid de Di Stefáno o Santos de Pelé, pero sostengo que eso es fácil”, dijo el entrenador en la puerta de los vestuarios de La Ciudadela.
Un año después, “Flaco” volvió a realizar una visita exprés a la provincia. En esa ocasión, tuvo una reunión con el gobernador de facto de la provincia, Lino Domingo Montiel Forzano, que se realizó en su despacho.
Allí mantuvieron un diálogo en el que habló de las expectativas de la Selección para afrontar la Copa Oro. Fue una charla de 20 minutos y, luego, el técnico se retiró para dar una charla para entrenadores en la sede del Banco Municipal. Por la noche tuvo una reunión en Concepción y el 18 de diciembre retornó a Mar del Plata.
En diálogo con LA GACETA, el entrenador habló sobre la importancia de la obtención del Mundial, aunque se mostró autocrítico con algunas falencias que presentaba el fútbol local. “Subsisten fallas de fondo que impiden que el fútbol evolucione como debiera. Nos falta organización, no existe el gran campeonato Nacional que queríamos y un sinnúmero de cosas que traban su progreso”, enfatizaba el DT.
Al frente de River, Menotti visitó la provincia en dos ocasiones en 1989. La primera fue para afrontar un amistoso frente a San Martín en la previa al campeonato de Primera División.
Pese a haber incorporado nombres del calibre de Claudio Borghi, “Flaco” todavía se mostraba dubitativo sobre la conformación total del plantel. “Nos está haciendo falta algún jugador que nos dé un poco más de equilibrio”, decía en aquel momento.
También criticó el nuevo sistema de puntajes que se había implementado en aquellos años. “Me parece que las actitudes no se modifican por el cambio de un reglamento. Hay una ley que dice que no hay que robar, que no hay que matar, pero yo creo que lo hay que modificar son las actitudes. Si con esto se quiere castigar la especulación en el fútbol, me parece que no va a servir para nada. En los países serios no se ha implantado esto. En España o Italia, por ejemplo. Los ingleses sí lo han implantado, pero allí es una cosa atípica donde tampoco hay penales. Y eso para mí es otra barbaridad”, explicaba en la previa al empate sin goles.
En noviembre, River volvió a enfrentar al “santo” por la fecha 10 de Primera División. Ambos equipos contaban con 15 unidades y en los partidos que definieron por penales habían sido derrotados. “No hemos tenido la suerte que se necesita cuando no hay una superioridad contundente. Porque hay que decir que este es un campeonato bastante parejo y hubo partidos donde la definición llegó por el azar de los penales. Hubo cotejos que perdimos sin merecerlo”, puntualizaba Menotti. Tras un partido con ocasiones para ambos lados, el “millonario” venció 2-1 a San Martín.
La última visita de “Flaco” a nuestra provincia se dio en 2009. En aquella ocasión llegó a la provincia como mánager de Independiente que iba a enfrentar al “decano”. “Me da mucha alegría que Tucumán haya tenido la posibilidad de contar con un representante en Primera durante dos temporadas consecutivas. Es un logro a destacar”, indicaba “Flaco”. “Soy feliz cuando veo a un equipo del interior peleando por el ascenso o jugando en Primera. Ese sentimiento tiene que ver con el hecho de que nací en Rosario; por eso me considero un hombre del interior”, agregaba.
En esa última visita, el entrenador había lanzado una profunda reflexión sobre su relación con el fútbol. “Nunca voy a perder la pasión por el fútbol. A este deporte lo disfruté como espectador, como jugador, como entrenador y ahora como manager. Son puestos diferentes, pero los sentimientos son los mismos”, cerró “Flaco”, que había procedido a tomar su valija y a encender un “pucho”.
Esos gestos lo acompañaron a lo largo de su vida y quedarán inmortalizados en los fanáticos del fútbol, que hoy le agradecen por todo lo conseguido.