Estreno de cine: Ryan Gosling se mete con la comedia de acción

La usina que significó la televisión norteamericana de las décadas del 60 al 80 sigue sirviendo de inspiración para el cine contemporáneo, ansioso de ideas redituables que tengan poco riesgo.

La nueva apuesta que llega a los cines argentinos hoy es “Profesión peligro”, la película de suspenso, comedia y acción dirigida por David Leitch, escrita por Drew Pearce y protagonizada por Ryan Gosling y Emily Blunt en los papeles principales de un elenco que completan Winston Duke, Aaron Taylor-Johnson y Hannah Waddingham.

Desde el nombre remite, en una adaptación bastante libre que fácilmente puede ser leída como el comienzo de una saga, a la serie homónima creada por Glen A. Larson y encabezada por Lee Majors hace cuatro décadas en la cadena ABC (fueron 113 episodios en cinco temporadas), sobre un improvisado cazarrecompensas. Pero esta realización difiere en varios puntos y toma muchos caminos distintos en su relato por más guiños que le haya hecho (como parte de la banda sonora o la aparición de la mítica camioneta pickup GMC K-2.500 Wideside) el guión escrito por Drew Pearce.

La historia sigue a un doble maltratado y pasado de moda, que se encuentra trabajando en “Metalstorm”, una producción con la estrella a la cual cubrió en sus piruetas y acciones de riesgo hace mucho tiempo y que luego lo reemplazó. Cuando de pronto desaparece misteriosamente, muchas preguntas comienzan a hacerse y pocas respuestas se encuentran.

El poco valorado actor asume la triple tarea de ubicar a quien desapareció, resolver el caso y tratar de recuperar el amor de su vida (la directora del filme que se está rodando) mientras continúa haciendo su trabajo diario. Es que busca solamente recuperar un lugar en la industria tras un accidente casi devastador para su carrera. En paralelo a su investigación, y cumpliendo con su trabajo, sale volando, le disparan, se estrella, se tira desde ventanas y cae desde las alturas más extremas, todo para el entretenimiento de la platea. En definitiva, es un verdadero trabajador de la pantalla, pero de los que aparecen (con suerte) en la letra chica.

En su pesquisa internacional se topa con una conspiración relacionada con drogas, una organización mafiosa y asesinatos que rodean al actor que no aparece por ningún lado, que tienen muchas cosas por ocultar.

Leitch conoce el plaño porque fue doble de riesgo y coordinador de escenas de acción antes de llegar a la dirección con títulos destacados como “Deadpool 2” y fundamentalmente “Tren Bala”. De allí que se lee esta producción como un homenaje a su propio pasado y, de alguna manera, como una suerte de denuncia solapada por no darle suficiente espacio a quienes -realmente- se juegan la vida en cada escena peligrosa. Y el filme de estreno abunda en ellas, con explosiones, persecuciones, choques, tiroteos, luchas varias y fuertes golpes.

Gosling ya hizo de esa clase de personaje de esta película en “Drive”, pero era un policial con todas las normas habituales y particular dureza. Ahora lo afronta con una fuerte dosis de humor, con una química especial con Blunt que se refleja en las distintas ruedas de prensa de las que participaron. Quienes ya vieron este filme, recomiendan especialmente prestar atención a los duelos verbales en pantalla. Como dato complementario, los dos estuvieron nominados en los Oscar de este año por sus actuaciones en reparto, en “Barbie” y “Oppenheimer”, respectivamente.

Cortos tucumanos: proyección en la Casa Histórica

Esta tarde, a las 19.30, en la Casa Histórica (Congreso 141) y con entrada libre y gratuita, la agrupación Tucumán Audiovisual organizó un “Proyectorazo” en defensa del Incaa y contra la política nacional relacionada con la cultura. Se verán los cortometrajes tucumanos “Eureka!”, dirigido por Ana Inés Flores; “Cómo suenan las burbujas”, de Melina Dulci; “Ahí vienen”, Pedro Ponce Uda y Lucas García Melo; “Ruido marrón”, Patricio García; “Guardá la ropa, va a llorar”, Luciana Cornejo; “Tucumán: sinfonía de una ciudad escondida”, Sergio Olivera y Bernabé Quiroga, “El abrazo”, Mauro Chaile Díaz y Lourdes Torres Sal y “Confín”, Solana Carlevaris. La propuesta se concreta en momentos en que se cerró -sin plazo de reapertura- el Espacio Incaa de la sala Hynes O’Connor del Ente Cultural alegando problemas técnicos; en cambio, seguirá funcionando el Espacio Incaa de sala Orestes Caviglia.