02 Mayo 2024
SÍNTESIS DEL ESPECTÁCULO. La pompa de la danza clásica y el tango estilizado a cargo de los mejores bailarines.
Primeras figuras de la danza del Teatro Argentino de La Plata y del Teatro Colón confluyen en el Buenos Aires Ballet (BAB).
La compañía independiente, que dirige Federico Fernández, llega hoy a las 21 al teatro Mercedes Sosa (San Martín 479) con un espectáculo de nivel internacional.
La propuesta dancística incluye, en la primera parte, una pieza de ballet clásico, como la suite del tercer acto de Lago de los Cisnes, con música de Piotr Ilich Tchaikovsky.
Paradigma del arte de la danza, “Lago...“ es uno de los más reputados títulos del ballet mundial y es una de las obras emblemáticas del compositor ruso, siendo este el primer ballet que compuso.
La coreografía es de Fernández, a partir de la original de Marius Petipa, en una muestra del virtuosismo de ballet clásico por parte de todos los bailarines de la compañía.
En la segunda parte llega “Entretangos”, donde las más famosas composiciones de Ástor Piazzolla inspiraron coreografías especialmente diseñadas para el Buenos Aires Ballet. Se trata de una fusión de rigurosa técnica clásica con tango estilizado.
El director
Fernández es primer bailarín del Teatro Colón desde 2012 y dirige la compañía independiente Buenos Aires Ballet.
Inició sus estudios con Katty Gallo y Raúl Candal. A los 14 años fue convocado por Julio Bocca para integrar el Ballet Argentino y luego se sumó a la compañía Ballet Concierto.
En el Teatro Argentino de La Plata tuvo roles de solista y primer bailarín. Luego ingresó al Ballet Estable del Teatro Colón.
Esta es una pequeña síntesis de la trayectoria del director de la compañía, que él creó en 2013. La iniciativa del Buenos Aires Ballet surge para incrementar la presencia en los escenarios de un grupo que llamaron Ballet en Gala, con programas hechos sobre la base de pas de deux.
“Comencé a llamar a distintos teatros de las provincias y ofrecí ese formato gala con bailarines del Colón y del Argentino. Al tiempo tuvimos la posibilidad de comprar vestuarios y de funcionar más como una compañía. Pasamos entonces a llamarnos Buenos Aires Ballet porque abandonamos la idea de la gala; e invitamos bailarines contemporáneos y también a coreógrafos y músicos”, revela Fernández a Clarín acerca de los inicios.
La mayoría de los bailarines del BAB pertenecen a teatros oficiales. En estos casos, “pueden quedarse después del horario habitual ensayando en sus propios espacios porque las salas están libres. Pero también tenemos el lugar de la Fundación Julio Bocca”, concluye.
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