La empresa tucumana que promueve el envase circular recaudó U$S150.000
Circclo nació como una propuesta ambiciosa de jóvenes menores de 25 años comprometidos con el cuidado del ambiente. Este mes, los socios anunciaron que consiguieron por primera vez una inversión que les permitirá expandir el negocio.
Los creadores de Circclo están de celebración. Por primera vez consiguieron que inversores externos confíen en su emprendimiento nacido en Tucumán y aporten U$S150.000 (aproximadamente $150 millones), que llevan la valuación del emprendimiento a U$S1,5 millón ($1.500 millones). “Es un hito muy fuerte, que nos pone contentos. Con el capital recaudado vamos a poder implementar los desarrollos tecnológicos que estábamos buscando. Creemos que con la tecnología se pueden abordar problemas globales y la financiación nos permite llevar adelante una expansión del producto. Sabemos que el problema de los envases de plástico es algo que va a llevar su tiempo, pero esto ayuda, acompaña el proyecto y valida nuestra visión”, explica al respecto Bautista Garzón, uno de los cofundadores.
Santiago Casanova, Francisco Palou y Garzón tenían apenas 20 años cuando en 2019 se juntaron para poner en marcha Circclo con el objetivo de generar un cambio de conducta en los consumos de la sociedad tucumana. Con ese fin, idearon un negocio fundado en un envase reutilizable e inteligente, que sea rentable para usuarios y productores. Su meta era facilitar el acceso y la participación en lo que se conoce como economía circular. ¿Qué quiere decir esto? Un modelo que favorezca tanto a empresas como a clientes, que se apoye en la tecnología para mejorar las prestaciones y reducir la generación de residuos.
Hacia 2022, cuando LA GACETA contó su historia, Circclo se proponía servir a 1.000 familias de Yerba Buena. En 2023 dieron un salto y presentaron una taza reutilizable para la Universidad Di Tella (Ciudad Autónoma de Buenos Aires). “Con nuestra tecnología y modelo de ‘reusable cups’ en el café de la Di Tella, los alumnos de la universidad acceden a beneficios por cada recarga. Juntos podemos medir el impacto generado tanto a nivel personal como en la universidad”, informó Circclo al presentar la taza para el campus.
Hasta el año pasado, todo el crecimiento de este emprendimiento había sucedido con fondos propios de los socios y reinversión de las ganancias. En esa primera fase, habían logrado desarrollar un programa informático específico. Según cuenta Garzón, en ese proceso se dieron cuenta de que tenían entre manos una aplicación que podía ser usada por las compañías grandes y multinacionales. Pero, para escalar el proyecto, necesitaban inyectar recursos: es lo que harán con los U$S150.000 que consiguieron. Garzón dijo: “con esta ronda buscamos convertirnos en el ‘partner’ de sostenibilidad y tecnología para que las empresas de consumo masivo (que hacen bienes empaquetados o CPG por sus siglas en inglés) puedan transformar sus cadenas de valor de lineales a circulares”.