Con el Banco Central República Argentina (BCRA) ajustando la tasa de referencia y acopiando reservas, una devaluación mensual del 2%, el pago al FMI en cuestión de semanas y el inicio de las liquidaciones de las exportaciones del campo son dos de los sucesos económicos que ocurrirán durante mayo y que, indefectiblemente, terminarán impactando en los mercados y en la rentabilidad de los instrumentos de inversión. Entre el plazo fijo con tasas negativas, dólar “blue” estancado y las acciones y los bonos recortando rachas alcistas, algunos analistas deslizaron pistas que podrían guiar las carteras de los ahorristas argentinos.
Mientras que las reservas subieron un 41,6% desde diciembre y se descuenta el pago de vencimientos de este mes al FMI, en las próximas semanas comenzarán a ingresar divisas de la cosecha de soja y maíz, aunque por ahora se desconoce si, debido a la cotización del dólar oficial, las exportadoras resguardarán parte de la mercadería, a la espera de un mejor precio.
Otra de las intervenciones del BCRA permitió bajar la cantidad de circulante, por lo que la caída de los dólares alternativos podría sostenerse porque hay poca demanda y las empresas, que se quedaron sin liquidez debido a la suba de tarifas, deben salir a vender sus ahorros para hacer honor a sus obligaciones. Bajo este escenario, nada hace pensar que apostar al dólar “blue” sea una buena opción de ahorro, aunque está claro que su precio es apetecible. En la última semana, el dólar oficial se apreció un 0.45% y el informal un 3.94%, mientras que no son pocos los que hablan de un retraso cambiario.
"La brecha entre inflación y dólares alternativos se sigue ampliando, hasta cuando es difícil de saber. Mientras quienes pueden comprar hoy no tienen excedentes (público en general) los que poseen los pesos (empresas medianas y grandes) no lo pueden hacer por las restricciones en el mercado de cambios", escribió el reconocido consultor financiero, Christian Buteler para iProfesional, que también apuntó que "el tipo de cambio real multilateral sigue en franco retroceso, en tan sólo cuatro meses se perdió el 80% de la competitividad cambiaria ganada luego de una suba del dólar superior al 110%, el restante 20% lo perderemos seguramente en los próximos 60 días o antes".
Otro de los factores que influirán en la toma de decisiones es la decisión del BCRA de continuar con la baja de la tasa de interés, algo que no pasó inadvertido por el analista financiero Salvador Di Stéfano, sostuvo, también en un texto publicado en iProfesional, que “los pasivos en pesos del Banco Central subieron el 54,2% en el período analizado, casi la mitad que la inflación, y aquí operó el efecto licuadora: se ajustan por tasas de interés negativas frente a la inflación".
Esto redujo la tasa de política monetaria es del 60% anual, "lo que implica una tasa mensual del 5,0% mientras que la inflación casi duplica este nivel de tasa de interés”, explicó Di Stéfano, que también recordó que durante el primer trimestre los plazos fijos no pudieron hacerle frente a la inflación. Es más, durante abril se calcula que rindieron entre un 4.25% y un 5.00%, mientras que el incremento de precios podría haber sido el doble.
Por otra parte, en el mercado financiero, las acciones sigue siendo una opción de riesgo si es que no se maneja información calificada. En la semana que pasó las subas de YPF y Galicia fueron las más pronunciadas, aunque se registraron caídas en otros sectores de la industria debido a la recesión cada vez más palpable.
Asimismo, la semana pasada hubo un retroceso en las cotizaciones de dos de los bonos que venían siendo unas de las estrellas: el TX26 cayó un 11% y el TX28, 13,8% desde sus máximos. Algunos analistas sostienen que la baja de estos títulos se debe a que el mercado descuenta una nueva caída en los niveles de inflación, datos que recién se conocerán dentro de dos semanas. De todas maneras, se espera que sus rendimientos, que se ajustan por inflación, sean superiores a la tasa de los plazo fijo y que siguen siendo atractivos.