En menos de un año, TikTok podría desaparecer del mercado de Estados Unidos. Las tiendas de Apple y Google no podrían ofrecer más esta aplicación y eso le significaría perder cerca de 170 millones de usuarios que hoy tiene en dicho país. Lo que parecía una posibilidad para esta plataforma de videos, hoy es una amenaza concreta para el futuro de sus operaciones en uno de los países claves para su expansión, no sólo por los usuarios a los que llega, sino por el lugar de origen de sus contenidos.
La semana pasada, el presidente Joe Biden promulgó el proyecto de ley -aprobado en el Senado un día antes- que obliga a TikTok a cambiar de propietario. La norma exige que Bytedance, la compañía que desarrolla la aplicación con sede en China, venda dicho producto a una empresa estadounidense, de lo contrario quedaría prohibida en las tiendas de aplicaciones de ese país. Desde principios de año, la aplicación está en el centro de las críticas de los legisladores y de expertos en seguridad, quienes alertan que el gobierno chino podría interferir en ByteDance para acceder a datos confidenciales pertenecientes a millones de usuarios estadounidenses o para difundir propaganda.
Sin embargo, TikTok pretende resistir este embate político. Su director ejecutivo, Shou Chew, publicó un video en la plataforma pocos minutos después de la promulgación de la ley: “No vamos a ir a ninguna parte”, adelantó y aseguró que la empresa dará la batalla legal, escudado en que esta prohibición atenta contra la libertad de expresión de los ciudadanos. “Tik Tok ofrece a los estadounidenses comunes y corrientes una manera poderosa de ser vistos y escuchados y es por eso que tantas personas han hecho de Tik Tok parte de su vida diaria”, enfatizó. Chew además puso énfasis en la acusación del Congreso y sostuvo que TikTok ha invertido en la seguridad de sus usuarios y ha creado, como ninguna otra empresa, salvaguardas y acciones para proteger a su audiencia de manipulaciones externas
La medida es inédita por su carácter de ley y sienta un precedente que despertará cruces legales y políticos. Tal como lo dijo el CEO de la empresa, serán los tribunales quienes terminen resolviendo la supervivencia o no de TikTok en Estados Unidos y la posible venta de la aplicación no sea un trámite fácil en caso de que eso tenga que ocurrir. En primer lugar, surge el interrogante de quién podría adquirir en este momento la aplicación de microvideos. Según las últimas estimaciones, su valor de mercado oscila entre los 150.000 y 250.000 millones de dólares, cifras con las que que solo gigantes como Microsoft, Apple o Amazon podrían al menos pensar en dicha adquisición. En segundo término, habría que especular qué medida toma China en caso de que se obligue la venta. El país asiático podría bloquear la adquisición de TikTok y además, toda la tecnología que utiliza la aplicación, junto con los canales de gestión, pertenecen a ByteDance.
Si bien este caso está impulsado por la preocupación de la seguridad de los usuarios, puede que su resolución termine perjudicándolos. Millones de personas invierten su tiempo en dicha plataforma y hasta desarrollan modelos de negocio en torno a sus contenidos. Es decir, trabajan de ello. Empresas y organizaciones también vieron el potencial de su algoritmo para llegar a nuevos públicos para ofrecer y comunicar sus productos o servicios. Hasta el propio Joe Biden abrió su cuenta de TikTok hace pocos meses con el objetivo de llegar a los más jóvenes, de cara a la campaña presidencial de este año. ¿Y quién podría verse beneficiado? TikTok ha movido el avispero tecnológico en los últimos años. Ha sacudido el mercado de las redes sociales y la distribución de contenido hasta tal punto que las plataformas antecesoras han copiado su formato y lógica de alcance. Allí podrían estar los ganadores de esta pulseada en caso de que TikTok deba apagar la luz en Estados Unidos.
Según la agencia Reuters, ByteDance preferiría cerrar TikTok antes que venderlo si la compañía china agota todas las opciones legales para luchar contra la legislación aprobada recientemente. Las fuentes consultadas indicaron que el algoritmo de TikTok tiene un valor tan alto que para la empresa considera imposible su entrega a un potencial comprador. Cerrar antes de ceder ese preciado tesoro a una empresa estadounidense es la impronta. Veremos en los próximos meses cómo se dirime esta batalla que suma apasionantes capítulos a cada instante.