29 Abril 2024
LICENCIA. Sánchez pidió días “para reflexionar” sobre su decisión.
MADRID, España.- El presidente del Gobierno español anunciará hoy si dimite o no y en ese caso, cómo seguirá-, tras poner en pausa su agenda “para reflexionar” por la apertura de diligencias contra su mujer ante un posible caso de tráfico de influencias.
Mientras tanto, España se mantiene en vilo a la espera de la decisión de Pedro Sánchez. El líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) trata, mientras tanto, de introducir una nueva narrativa en la campaña electoral: la preocupación por la crispación política.
Las reacciones durante el fin de semana fueron muchas y le pusieron un ritmo agitado al escenario político y social.
El Comité Federal del Partido Socialista celebró el sábado una reunión, en la que la cúpula cerró filas en torno a la figura de su secretario general -“Pedro, estamos contigo” decía la número dos, María Jesús Montero-; llegaron críticas de la oposición y protestas en la calle.
La militancia y los simpatizantes del PSOE mostraron un apoyo incondicional a Sánchez.
“Pedro, quedate”, gritaban el sábado miles de ellos a las puertas de la sede del PSOE.
“Espero que Sánchez diga que sigue”, dice Sara Domínguez, una mujer de 30 años que trabaja en una consultora. Bajo este gobierno “se han tomado medidas buenísimas para las mujeres, las personas LGTB, las minorías”, aseguró.
Si Sánchez se va, hay posibilidades de que “gobierne la ultraderecha, y eso nos haría retroceder en derechos y libertades”, consideró, por su parte, José María Díez, un funcionario de 44 años que fue a Madrid desde Valladolid, en el norte del país.
Pero los contrarios a la figura del presidente del Gobierno también han alzado la voz estos días. A la multitudinaria manifestación de apoyo a Sánchez en la calle Ferraz -en la que participaron los líderes de su partido y ministros del Gobierno- le siguió otra de los que quieren su dimisión.
Decenas de opositores se reunieron cerca de ese mismo punto para protestar. No pudieron llegar frente a la sede del partido de Sánchez porque la Policía valló la zona. Fue una concentración más pequeña que la que hubo a favor del presidente.
Con banderas de España los manifestantes corearon cánticos que decían: “qué le debes a Marruecos”, “no nos da la gana una dictadura como la venezolana” o “PSOE, traidor, el Gobierno es español”. Y la más pronunciada: “no es un presidente, es un delincuente”.
El principal líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, que perdió las elecciones hace menos de un año, aseguró en un acto del derechista Partido Popular que “el show de Sánchez es impropio de un líder europeo” y dijo que lo más grave son “los tics autoritarios del Gobierno y del presidente”.
Más a la derecha aún que el Partido Popular, el líder de VOX, Santiago Abascal, dijo en sus redes que los socialistas buscan “el poder totalitario mediante la intimidación y la violencia para encubrir corrupciones, mentiras y traiciones”.
La polémica se desató tras la apertura de diligencias por parte de un Juzgado de Madrid contra la mujer del presidente del Gobierno, Begoña Gómez, por un posible delito de tráfico de influencias.
Los socialistas no dan crédito a la denuncia por haberla presentado el sindicato Manos Limpias y por tener errores de forma. Sánchez denuncia que se trata de una cacería contra él y su esposa, razón por la que hoy anunciará si dimite o no.
“Acoso y derribo”
El presidente del Gobierno asegura que las denuncias por corrupción contra su mujer son tan fabricaciones creadas con el objeto de atacar a su familia y su persona, como parte de una operación de “acoso y derribo” llevada a cabo por sus adversarios políticos.
“Se trata de una operación de acoso y derribo por tierra, mar y aire, para intentar hacerme desfallecer en lo político y en lo personal atacando a mi esposa”, aseguró Sánchez.
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