Cuando el reloj marcaba las 9 de la mañana del sábado, los primeros chicos -acompañados mayormente por toda su familia- comenzaron a poblar el club que durante el tercer domingo de julio, con el festival criollo “El Andariego canta a la Patria”, convoca a los mejores artistas de la provincia y el patio de tierra ve desfilar a una multitud. Ayer no hubo festival, pero si muchísima gente que copó el club por la presencia de Atlético Tucumán.
El “decano” está decidido en enfocarse en la búsqueda constante de talentos y potenciales futbolístas. Y esta vez dio un paso importante reactivando un proyecto que surgió hace varios años, pero que parecía olvidado. A través del programa “Soñá en grande”, el “albiceleste” arribó al Club Deportivo Molle Pozo, ubicado a 60 kilómetros de la capital tucumana.
Luego de algunas horas de incertidumbre por el mal clima, el encuentro previsto para el sábado fue un éxito total: 248 chicos fueron evaluados durante la jornada y cerca de 40 fueron preseleccionados por el equipo encabezado por Omar Vallcaneras. Chicos de Molle Pozo, Los Puestos, Las Termas del Río Hondo, Vinara, Santiago del Estero y Salta llegaron cargando botineros y sueños.
“Estamos contentos por como nos recibieron en Molle Pozo, la cantidad de gente que vino es motivo de orgullo para nosotros. El proyecto es muy ambicioso, buscamos darle la oportunidad a los chicos para mostrarse y ojalá varios puedan llegar a formar parte de nuestra institución”, dijo Gonzalo Carrillo, vicepresidente tercero del “decano”, que encabezó la delegación que llegó hasta la localidad de Leales. También estuvieron presentes algunos dirigentes como Roque Luna, integrantes de la subcomisión de hinchas y también de la agrupación “El Gigante del Norte”, quienes principalmente se encargaron de llevar a cabo las actividades del programa “Contagiando Locura”.
Los clubes de fútbol están ampliando sus horizontes y dirigiendo su atención hacia regiones alejadas de las grandes urbes. Lo hacen a nivel nacional los equipos más poderosos del país, pero a nivel regional el “decano” lleva la punta y sacó ventaja ante otros equipos de la zona. “Estamos relanzando este proyecto, queremos tener presencia en todas las localidades”, dijo Vallcaneras, que en Molle Pozo estuvo acompañado por los “profes” Víctor Jiménez, Carlos Farías y Ariel Giménez.
Esta tendencia emergente, la de llevar a los clubes a los diferentes localidades, es clave para que los buenos valores no se fuguen a otros clubes. En nuestra provincia San Martín también tiene un modus operandi similar y en Santiago del Estero Central Córdoba -asentado en Primera- comenzó a explorar el interior de su provincia y ciudades vecinas. Por este motivo, el “decano” aprovechando su estadía en la elite del fútbol argentino no se puede relajar.
De todas maneras, más allá que ayer varios fueron preseleccionados, el camino para poder quedar definitivamente en el club es largo. “Aquí hacemos la preselección, luego son contactados durante la semana en donde les explicamos de qué manera va continuar la etapa de adaptación. Más que nada buscamos sacarlos del lugar de origen para llevarlos al club. Una vez que se superen las etapas de adaptación, los chicos empiezan a competir internamente con los planteles de AFA. Ahí se ve verdaderamente en qué nivel están ellos”, dijo “Vallca”.
Para los “profes” lo importante en este tipo de pruebas es la técnica. “Con eso se nace, vemos el primer pase, el control. La parte física es más fácil acondicionarlos después”, dijo.
Con estas pruebas, Atlético busca abrir una puerta que, por factores económicos, muchas veces para las personas del interior está cerrada. “Si los chicos no pueden ir al club, Atlético los va a buscar. En las próximas semanas visitaremos La Cocha y Santa Ana”, adelantó el captador de talentos del club de 25 de Mayo y Chile.
El sábado, que por momentos transcurrió acompañado de una leve lluvia, no privó a los presentes de ver en acción a los pibes desde categoría 2008 hasta la 2016. Tanto los padres como los chicos llegaron con muchas expectativas a Molle Pozo. “Nosotros prestamos mucha atención a la parte humana, por ahí hay chicos que juegan bien al fútbol pero le faltan otras cosas y tratamos de darles una mano, abrirles la puerta para que de alguna manera tengan una mayor contención”, explicó Vallcaneras.
Algunos de zapatillas, otros de botines, con zoquetes o medias largas. Todos tuvieron su momento para mostrarse, y por un rato se sintieron jugador de Atlético. Un puñado de chicos continúa con ese sueño vigente. “Vos empezá a cuidarte, nosotros te vamos a llamar y te vamos a decir cuando tenes que ir al club”, le dijo uno de los “profes”, casi de modo paternal a un tal Juárez, categoría 2008, que hizo una pausa en su trabajo (es vendedor ambulante junto a su mamá) y viajó desde Santiago del Estero para probarse en el “deca”. Pese a jugar con unas zapatillas gastadas y en un campo de juego mojado, se despachó con cinco goles y llamó la atención de todos en el último partido de la jornada.