El rugby se compromete en la lucha contra las drogas

Una iniciativa sumamente interesante y comprometida es la que se visibilizó en un partido de rugby del torneo Anual de Tucumán. Remeras negras con la leyenda “La droga es un problema de todos” lucieron los planteles superiores de los clubes Natación y Cardenales. Esto se dio en el marco de una campaña promovida por el primero de los nombrados, a partir de un trabajo que se viene realizando desde hace varios meses. Este apunta a servirse del deporte para difundir un mensaje de concientización sobre la importancia de ofrecerle batalla al citado creciente flagelo social. Otras entidades, entre ellas Tucumán Rugby, ya venían trabajando también para afrontar esta problemática.

En Natación partieron desde la base del carácter social y deportivo del club. Asumiendo que en lo deportivo están muy bien, se preguntaron qué estaban haciendo y cuál era el compromiso desde lo social. Todavía más, se plantearon qué aporte le estaban haciendo a la sociedad más allá de contener a los chicos y mantenerlos entrenados en cuerpo y espíritu. Una vez que encontraron respuestas, se decidieron a ir a fondo. Para eso pusieron manos a la obra en materia de prevención y se preocuparon por determinar las causas que arrastran a la juventud hacia las adicciones.

Conscientes de que este involucramiento en la lucha contra las drogas podía ser interpretado como una admisión implícita de que en el rugby están lidiando con ese problema, en Natación definieron que la intención es usarlo como espacio de difusión. Y para ello se valen de tres aspectos: los grandes valores establecidos en el deporte de la ovalada; el hecho de que quienes los representan en los campos de juego están bien entrenados, se cuidan a sí mismos y a los demás; y la concepción de que se trata de una actividad que tiene un público muy familiar.

Que el problema de las drogas está en todos lados no escapa al común entender de la comunidad. No son pocas las entidades y organizaciones privadas, además de organismos públicos, que han venido trabajando con acciones concretas. En ese sentido, se han creado espacios de debate y trabajo, para la prevención, el tratamiento y la reinserción de personas que sufren adicciones.

Es que nadie escapa a esta realidad social, ya sea entre amateurs o profesionales. Está el caso de lo divulgado hace no mucho tiempo en Francia. En un extenso informe publicado por el diario deportivo L’Equipe prestaron testimonio varios jugadores del Top 14, el campeonato que reúne a la elite rugbística de ese país. Según los propios protagonistas, desde hace décadas la cocaína había ingresado al mundo del rugby francés y las autoridades que rigen el deporte parecían no poder detenerla. Es una historia que sirve a modo de ejemplo y da cuenta de los peligros que acechan.

La potencialidad del rugby como canal de difusión es palpable. Se trata de un deporte que, por su organización, reacciona rápido cuando es llamado a la acción. En ese sentido, la campaña de Natación ya contó con charlas con médicos, psicólogos, psiquiatras y especialistas, así como también con referentes. El mensaje es claro: hay que abrir los ojos porque el consumo de drogas es una realidad. El paso siguiente fue capacitar entrenadores y managers, además de sumar a los padres de los jugadores. Incluso en el propio club se elaboró un protocolo de cómo actuar de manera inmediata por si en algún momento se detecta que algún integrante de los planteles está teniendo ese problema.

La iniciativa fue presentada oportunamente ante el Consejo Directivo de la Unión de Rugby de Tucumán (URT), que ya la está traccionando con la organización de charlas y capacitaciones, en conjunto con la Secretaría de Deportes de la provincia. También en breve se sumará la Comisión de Árbitros. Esto es otro punto positivo para el rugby: demuestra que nunca se queda en una zona de confort y tiene empuje. Esto, sin dudas, debe ser tomado como un excelente punto de respaldo para los más de 6.000 jugadores inscriptos en los distintos clubes. Creemos que a partir de esta iniciativa sería saludable que otros deportes se sumen y contribuyan a esta tarea de crear conciencia y, sobre todo, de hacer prevención. No a las drogas, definitivamente.