NUEVA YORK, Estados Unidos.- En un revés al movimiento #MeToo, la Corte de Apelaciones de Nueva York anuló la condena impuesta en 2020 al ex productor de cine Harvey Weinstein por delitos sexuales y ordenó un nuevo juicio, una decisión que ha conmocionado a las organizaciones feministas.
En una ajustada decisión de 4 votos a 3, los magistrados citan errores en el juicio, como la inclusión de testigos que se habían declarado víctimas del productor pero que no eran parte de la acusación contra él, por lo que el tribunal concluye que no tuvo un “juicio justo”.
“El acusado tiene derecho a rendir cuentas solo por el delito que se le imputa y, por tanto, no pueden admitirse en su contra alegaciones de malos actos anteriores con el único propósito de establecer su propensión a la criminalidad”, justificó la jueza Jenny Rivera, del grupo que aprobó la decisión judicial.
Por lo que el tribunal revoca la condena y ordena un nuevo juicio que subsane los “enormes errores” producidos en el primero, concluye.
Weinstein, de 72 años, fue declarado culpable de varios delitos sexuales por un jurado en Nueva York y condenado en 2020 a 23 años, que cumple en una prisión en la localidad de Rome, estado de Nueva York.
“Sabíamos que no fue un juicio justo”, dijo el abogado de Weinstein, Arthur Aidala, a la prensa.
No está claro cuál es el futuro inmediato del productor que también fue condenado por una corte de California en 2023 a 16 años de cárcel por violar a una mujer en un hotel de Beverley Hills, en Los Ángeles, y que tenía que cumplir cuando concluyera la primera condena.
“Descorazonadora”
Una de las magistradas que se manifestó contraria al fallo de la mayoría, Madeline Singas, arguyó que “con la decisión de hoy, este tribunal sigue frustrando los avances constantes por los que las supervivientes de la violencia sexual han luchado en nuestro sistema de justicia penal”.
Según esta jueza, se olvida a las mujeres que soportan “el trauma psicológico de la violencia sexual y las cicatrices de testificar una y otra vez”.
La decepción de grupos feministas y de víctimas de abuso y acoso sexual no se hizo esperar.
“La noticia es descorazonadora y profundamente injusta. Pero este fallo no disminuye la validez de nuestras experiencias o nuestra verdad”, dijeron en un comunicado un grupo de mujeres que se habían unido para denunciar la conducta sexual de Weinstein.
“Estamos desoladas por las supervivientes y por quienes encontraron consuelo y catarsis en el veredicto original”, reaccionó Tarana Burke, que acuñó la frase Me Too, en 2006.
En 2017 empezaron a surgir las acusaciones contra el productor, que iniciaron el movimiento #MeToo, allanando el camino para que las mujeres pudieran visibilizar la violencia sexual en el lugar de trabajo, en los transportes públicos o en la calle.
El poderoso productor fue acusado por cerca de un centenar de mujeres de conducta sexual depredadora y violaciones.
De “dios” a “monstruo”: el poderoso ídolo caído de Hollywood
Durante décadas fue uno de los productores más visionarios y poderosos de Hollywood, temido y venerado, al que en una ocasión Meryl Streep llamó “Dios”. Cuando cayó en 2017 por acusaciones que sacaron a la luz el abuso sexual generalizado en Hollywood y más allá, el impacto se hizo sentir en el mundo. Nació el movimiento #MeToo, y con él una avalancha de relatos sobre el tipo de abusos sexuales y acoso cotidiano que sufren las mujeres. No solo en los sets de filmación, sino también en la calle, la oficina o el transporte público. Actrices como Ashley Judd, Gwyneth Paltrow, Kate Beckinsale, Uma Thurman y Salma Hayek acusaron a Weinstein de acoso o agresión sexual. Asia Argento, Rose McGowan y Paz de la Huerta, de violación. Mira Sorvino y Ashley Judd aseguran que terminó con sus carreras porque no cedieron ante su acoso.