“Facundo (Ale) siempre tuvo un gran defecto: mostrar que él tenía todo lo que quería y más”, aseguró Juan Carlos, un ex compañero que dejó de frecuentarlo por los incidentes en los que se involucraba. Esa ostentación terminó perjudicando al joven de 27 años. En los dos ataques por lo que fue denunciado conducía vehículos de alta gama que son fáciles de identificar.
El lunes 15 a la madrugada, el hijo de Ángel “El Mono” Ale se presentó en la casa de Mercedes Galván, integrante del clan Gardelito, y realizó varios disparos que terminaron impactando en el portón de la vivienda. La mujer no sólo dijo que él había sido el atacante, sino que conducía un Mercedes Benz negro. Ni las poceadas calles del barrio Victoria impidieron que protagonizara esa balacera.
Cinco días después, en avenida Alem y San Lorenzo, según la denuncia, realizó varios disparos de armas de fuego en contra de un empleado municipal que pretendió hacerle un control cuando transitaba en una camioneta VW Amarok negra. “Los dos vehículos son muy, pero muy reconocibles. No hay manera de no vincularlos con él. Así son estos chicos, creen que pueden llevarse puesto a todo el mundo por su historia familiar”, dijo un veterano policía que está al frente de la investigación.
Los vecinos de avenida Mate de Luna al 2.000, le dijeron a LA GACETA que antes de que trascendieran los dos hechos, era normal ver una camioneta de esas características y Mercedes estacionados en la puerta. “Estaban seguros de que nadie les robaría ni les diría nada si los dejaban mal estacionados”, explic Hugo, un vecino.
El fiscal Diego Hevia, que estuvo en un primer momento al frente de la investigación del ataque del municipal, ordenó el secuestro de la camioneta, pero hasta aquí no apareció. Pese a que no hay ningún pedido de impedimento para circular, el auto negro también dejó de ser visto en la casa del “Mono” Ale. “Seguro que lo escondieron en uno de sus campos para que no se los quiten”, explicó otro vecino, que prefirió mantenerse en el anonimato.
La investigación
Mientras Facundo Ale sigue evadiendo a la Justicia, la fiscala María del Carmen Reuter continúa avanzando con la investigación y sumando evidencias contra el prófugo.
Según confiaron fuentes judiciales, el martes declararon el empleado municipal y otros testigos. Con sus dichos habrían confirmado la denuncia del ataque que derivó en su pedido de detención.
Ayer se presentó Galván y también ratificó cada una de las palabras que utilizó al denunciar el caso en la seccional 13°. También ratificó que Ale habría disparado una pistola calibre 40 contra su propiedad.
Reuter, que tendría decidido unificar ambas causas, espera que los peritos le confirmen si los impactos en el portón de la denunciante y los casquillos encontrados en el lugar donde atacó al municipal son del mismo calibre. Sospecha que utilizó la misma arma y quiere confirmar o descartar que esté a su nombre.
“Todavía no lo vamos a presentar. Tenemos que terminar todas las pruebas que dicen que hay en contra de él y después analizar las garantías que nos ofrecen para saber dónde lo alojarán”, sostuvo su defensor, Ricardo Fanlo, que es asistido por Agustín Monteros.
Una vez que se entregue, la fiscala deberá realizar una audiencia donde anunciará de qué delitos lo acusará. En el caso del ataque a la mujer del clan Los Gardelitos, sería el de abuso de arma de fuego. Mientras que por el caso de la agresión al municipal, no se descarta que sea imputado por tentativa de homicidio agravado por el uso de arma de fuego.