Perder kilos para lograr alcanzar un peso saludable no es una tarea sencilla ni con resultados inmediatos. La edad, el sexo y el estado físico pueden ser determinantes; también hay que tener en cuenta la cantidad de calorías ingeridas habitualmente y el gasto energético.
La pérdida de peso ocurre al gastar menos calorías de las ingeridas. Deben tenerse en cuenta los principales componentes del gasto calórico. Estos son:
- La tasa metabólica en reposo (RMR): se denomina así a la cantidad de calorías que el cuerpo necesita para mantener sus funciones corporales básicas.
- El efecto térmico de los alimentos (TEF): alude a las calorías utilizadas para digerir, absorber y metabolizar los alimentos.
- El efecto térmico de la actividad (TEA): son las calorías utilizadas durante el ejercicio y en actividades diarias, como el trabajo o tareas domésticas, lo cual se conoce como NEAT.
La clave para perder peso es crear un equilibrio calórico negativo consumiendo menos calorías de las que se quema e incrementando la actividad.
Cuánto tiempo demora el cuerpo en bajar de peso
Hay varios factores que inciden en el tiempo que lleve obtener los resultados esperados. Uno de ellos tiene que ver con la proporción entre grasa y músculo. Cuando hay mayor cantidad de grasa, el descenso suele ser más lento.
Esto puede marcar una diferencia entre hombres y mujeres. Ya que, por la propia fisonomía, en un amplio porcentaje de hombres los músculos son más preponderantes que en las mujeres. Esto puede significar una combustión entre un 5% y un 10% menor en las mujeres que en los hombres.
También hay que tener en cuenta que en las mujeres los cambios hormonales relacionados con la menopausia inciden en el aumento de peso y la dificultad para bajar esos kilos.
Luego, a mayor edad, el índice de masa corporal y, por lo tanto, el peso, tienden a disminuir.
Cómo calcular cuánto llevará adelgazar
La clave que plantea Healthline es tener en cuenta estas condiciones iniciales y el objetivo propuesto.
Otro punto crucial para no perder de vista es que un aumento abrupto y que no implique un cambio de hábitos es muy probable que lleve a un efecto rebote muy perjudicial. Con lo cual, siempre es importante encarar el plan de adelgazamiento con el asesoramiento profesional y descartar las recetas mágicas.