Desde hace unos años, y diferente a lo que ocurría décadas atrás, los profesionales de la salud ponen especial foco en las enfermedades relacionadas al intestino grueso. Los crecientes casos de cáncer de colon pusieron en alerta a los especialistas, sin embargo, otras enfermedades también afectan a la población y son seguidas de cerca por los médicos.
Entre estas afecciones se encuentra la diverticulosis, un problema cuya incidencia aumenta con la edad y afecta a un importante porcentaje de personas mayores de 60 años. En España, por ejemplo, el 50% de las personas que superan la edad mencionada padecen la enfermedad. ¿De qué se trata y cuáles son sus síntomas?
¿Qué es la diverticulosis y cuáles son sus causas?
Como indica la Clínica Mayo estadounidense, la diverticulosis consiste en la formación de unas pequeñas bolsas en el intestino grueso, que reciben el nombre de divertículos. Se trata de un problema leve, pero en determinados casos puede complicarse y causar diverticulitis.
La diverticulitis consiste en la inflamación o infección de uno o más divertículos y en instancias graves, esto puede causar hemorragia, desgarros u obstrucciones. Las causas de este problema no están claras del todo, pero se piensa que la principal podría estar en una dieta con bajo contenido en fibra. Por ello, representa un ejemplo claro de la vital importancia de cuidar nuestra nutrición.
Diverticulosis: ¿Cuáles son sus síntomas?
La mayoría de las veces la diverticulosis es asintomática, y a menudo se detecta cuando se exploran otros posibles problemas (por ejemplo, al realizar colonoscopias para estudiar posibles casos de cáncer de colon).
Sin embargo, en algunas personas si que puede provocar cólicos, hinchazón abdominal y estreñimiento; también, en situaciones raras puede aparecer sangrado diverticular, potencialmente grave.
En la diverticulitis, es común que el paciente experimente fuerte dolor abdominal, generalmente en el lado izquierdo, fiebre, náuseas, vómitos, escalofríos, cólicos y estreñimiento.
¿Cómo se trata la diverticulosis?
Dado que no existe cura para la diverticulosis, el tratamiento se centra en aliviar posibles molestias y prevenir la diverticulitis. Se suele recomendar una dieta rica en fibra, suplementos de fibra, probióticos y, en algunos casos, fármacos como la mesalazina.
Complicaciones puntuales como el sangrado diverticular pueden requerir tratamiento quirúrgico en la forma de resección de colon (extirpar la parte afectada y unir los dos extremos resultante
Por su parte, la diverticulitis normalmente se trata con una dieta líquida, reposo y antibióticos orales. No obstante, si la condición progresa, puede ser necesaria la hospitalización, el uso de antibióticos intravenosos o incluso la alimentación por vía. Si se dan complicaciones de la diverticulitis (como abscesos, perforación del colon, peritonitis, fístulas u obstrucciones) pueden ser necesarios diferentes procedimientos quirúrgicos.
Diverticulitis: quiénes corren más riesgos de padecer la enfermedad
Las personas que tienen más riesgo de sufrirla son las mayores de 60 años ya que un 70% de los divertículos surgen a partir de este rango de edad. Aunque también lo pueden padecer gente más joven. En menores de 50 años hay más diverticulitis en hombres pero en mayores de 50 años es más común en las mujeres, asociándose a la menopausia.
Una de las causas de esta afección puede ser consumir una dieta baja en fibra, con alimentos procesados. Con este tipo de dietas, lo normal es que aparezca estreñimiento y heces duras y el esfuerzo en las deposiciones aumenta la presión en el colon o los intestinos, ayudando a la formación de estas bolsas.