San Martín es la cara visible del fútbol sanjuanino. Desde 1995 (año en el que logró el ascenso a la B Nacional), el “verdinegro” alternó entre la Primera y la Segunda División del fútbol argentino, en lo que se terminó constituyendo un hito para el club y para la provincia.
Como contraparte, el resto de los clubes sanjuanino atraviesan una realidad diametralmente opuesta, lo que casi se podría calificar como crítica; sobre todo porque por primera vez desde la creación de los torneos Argentinos y Federales, San Juan se quedó sin representantes en la tercera categoría. Pero, ¿cuáles fueron las causas que derivaron en esta crisis?
La fórmula es la misma de siempre; esa que termina tirando a la basura cualquier esfuerzo: malas gestiones dirigenciales, dependencia de los subsidios estatales y crisis económicas.
Ese combo fue el causante del declive que evidenció el fútbol sanjuanino y con el que se tropezaron varios clubes. “El presupuesto mensual de Desamparados en el Federal A de 2022 era de cuatro millones de pesos y el subsidio era de tres millones. Eso se replicó en casi todos los clubes y provocó que los dirigentes se olviden de gestionar y de buscar l la manera de generar dinero por otras vías”, comentó la periodista Vanesa Chaparro.
El primero en caer fue Unión de Villa Krause. El “azul” perdió la categoría en 2018 y fue uno de los equipos perjudicados por la reestructuración del fútbol que determinó la AFA: al eliminarse las categorías del Federal B y C, pasó sin escalas a jugar la Liga local. “La presencia dirigencial en la organización de torneos fue muy escasa. Eso hizo que los clubes sean sometidos a participar de campeonatos que son muy onerosos y complicados de sustentar. Es por eso que repercutió en el nivel de la Liga y de los clubes. Creo que el fútbol del interior tiene que replantearse todo esto; el claro ejemplo es lo que sucedió en San Juan que no supo soportarlo”, indicó Alfredo Derito, expresidente del Consejo Federal y de la Liga Sanjuanina.
El desastre deportivo en el “azul” fue consecuencia de la grieta que se había provocado dentro de las autoridades del club. “Ricardo Torres se quedó sin el apoyo de los demás dirigentes que empezaron a renunciar y sobrevivió gracias a los subsidios estatales. Pero eso no se pudo mantener en el tiempo y terminó generando deudas con entrenadores y con jugadores”, explicó Chaparro. Tal fue el nivel de conflictividad que el club tuvo que ser intervenido por un Triunvirato Normalizador que tiene como misión acomodar las finanzas del “azul”.
A partir de todo esto, Unión disputó el torneo Regional Federal Amateur. En la temporada 2022/23 estuvo cerca de recuperar la categoría, pero cayó en la final de la zona “Cuyo” frente a San Martín de Mendoza.
El siguiente en la lista fue Desamparados. Pese a que en 2011 vivió su año más glorioso (cuando venció al “santo” en la Promoción y logró el ascenso a la B Nacional), el “verde” pagó caro las malas decisiones de sus dirigentes y terminó cayendo al fútbol provincial en 2022. “Después de la pandemia, el presidente Juan Valiente dudó sobre su continuidad en el cargo porque los subsidios del Estado habían bajado y tenía que hacerse cargo de todos los gastos él solo. Eso terminó retrasando el armado del plantel y, como solución, contrataron una empresa asesora que trajo jugadores que habían quedado sueltos en ese mercado y no estaban al nivel de la competencia”, explicó Chaparro.
El caso de Peñarol parece sacado de una serie de ficción. A inicios de la temporada 2023 se convirtió en noticia debido a que había conformado dos planteles. Sí, el origen de esta decisión radicaba en un conflicto entre el presidente Oscar Cuevas y el resto de la CD. El mandamás del “bohemio” había apostado a la continuidad del entrenador Cristian Bove y, bajo sus órdenes, contaba con 27 jugadores. En tanto, el resto buscaba un cambio con la llegada de Salvador Mónaco.
Tras la intervención del Consejo Federal, se determinó que los contratos del plantel que comandaba el tucumano no eran válidos, por lo que Bove terminó siendo el entrenador en el comienzo de la temporada.
Los escándalos no acaban allí. En agosto del año pasado, el club recibió una denuncia penal por malversación de fondos. En concreto, el “bohemio” recibió ocho millones de pesos en su cuenta bancaria que fueron utilizados pero no figuraban en el balance del club. “El dinero ingresó al banco y Cuevas sacó la plata por homebanking”, había denunciado Javier Guillén, secretario del club. Esta situación derivó en que los dirigentes no pudiesen realizar movimientos en las cuentas bancarias y, como consecuencia, que el club empezara a retrasar los pagos en los sueldos de los jugadores. “La investigación de Cuevas todavía continúa, porque no presentó los balances y no se sabe en qué se gastó la plata. Ya no es presidente de Peñarol y el club está bajo un triunvirato normalizador”, sentenció Chaparro.
Por otro lado, uno de los temas que más preocupa a los clubes es la poca asistencia a los partidos de la Liga Sanjuanina. “Es normal que la gente no vaya. Es una consecuencia de la degradación de los clubes y de la no participación en torneos interprovinciales. Además, hay que tener en cuenta que hoy es fácil acceder a las principales ligas europeas por la tele. Es una competencia indirecta que los clubes de la provincia tienen. Por eso tenemos que lograr tener un espectáculo futbolístico que sea atractivo tanto para el aficionado como para el hincha. Está claro que si un fanático ve que su club no tiene cierta envergadura, lo va a dejar de ver”, comentó Derito.
Según la reflexión del dirigente, la inclusión de una mayor cantidad de equipos en la Primera categoría del certamen liguista provocó que el fútbol provincial perdiera atractivo.
“Los torneos de la Liga Sanjuanina se desvalorizaron. Aumentó la cantidad de equipos inútilmente. Hay 20, cuando el máximo que supo tener fue 12 equipos en Primera. Eso le daba una mejor competencia a los clubes. Muchos dirigentes me van a cuestionar esta postura porque se vieron beneficiados por esto. Pero se niveló hacia abajo”, agregó.
De esta manera, el fútbol de San Juan sigue en búsqueda de soluciones. Las reflexiones no faltan y los aprendizajes de estas experiencias son incontables. Sin embargo, los sanjuaninos anhelan volver a tener más representantes en los torneos de AFA y, sobre todo, terminar de consolidarse como una de las principales sedes de este deporte. Hoy, sólo el “verdinegro” puede darse el lujo de representar a la provincia en las principales competencias de nuestro bendito fútbol.