Crisis en “Academia de brujas”: una obra teatral que promueve la inclusión

La lista para ingresar a “Academia de brujas” es extensa, pero hay varias condiciones que cumplir: no usar ropa de colores, no hacer hechizos divertidos sino solamente serios y con resultados prácticos y fundamentalmente querer ser una bruja, porque no se aceptan aspirantes a brujo. Pero cuando llega un joven que quiere estudiar allí, una joven rebelde hace trampa para lograr que lo admitan.

Este es el argumento de la comedia para toda la familia que, además de tener risas y humor, busca transmitir un mensaje sobre la inclusión y la necesidad de flexibilizar las normas. Dirigida por Lucas Lam y con las actuaciones de Mónica Laméndula, Antonella Fanjul, Vanina Carbone y Pato Arrieta, el estreno será esta tarde a las 18 en el Centro Cultural Aconquija de Yerba Buena (avenida Aconquija 1.978).

“El mensaje central es que debemos ser inclusivos, dar oportunidades a quienes quieren participar haciendo cosas productivas que generen resultados positivos. Todos los espectadores tendrán algo positivo que llevarse del espectáculo. La inclusión es un tema sobre el cual debemos poner especial atención, mucho más en esta época en la que los derechos muchas veces no son equitativos. A través del arte debemos procurar que se instale el tema con mayor fuerza en el ideario social”, remarca el director.

Lam señala que “es muy difícil romper normas tradicionales cuando forman parte de una cultura organizacional fuerte; los estudiosos dicen que esa modificación es una tarea que puede llevar muchos años y que se logra con una mentalidad superadora que permita demostrar que los cambios, aunque produzcan estrés, son posibles si hay un propósito positivo y generador de buenos resultados”. “Precisamente, la idea del texto es que debemos tener apertura para generar un cambio beneficioso para todos; en este caso particular, implica permitir el ingreso de un aspirante a brujo, cosa que no estaba permitida en la institución”, describe.

Su planteo surge de su propia experiencia personal de buscar que haya oportunidades para todos, pero sin que la obra tenga referencias autobiográficas. “Los seres humanos somos diversos, esa es quizás una de las características más importantes y notorias de la raza humana. Sin embargo, hay construcciones sociales en las que se nos exigen determinados estándares. ‘Academia de brujas’ nos da la posibilidad de poner en tela de juicio algunos estándares que no siempre deben ser tomados como únicos, entendiendo que toda escuela es la institución donde se forman los primeros pensamientos sociales e influye en los conceptos que los niños llevarán hasta la adultez”, agrega.

Lam es hermano de la protagonista (“fue por ella que me dediqué al teatro”, dice), compañero de Antonella y Vanina en una formación en teatro musical y amigo de Pato “con quien compartimos el diagnóstico de Trastorno del espectro autista (TEA), aspecto que quizás sea donde mayormente veo la dificultad para la integración, porque he conocido algunos casos en los que se nos ha excluido justamente por esta causa; te podría decir que es una lucha que tuve siempre”, confiesa.

“Creo que es importante abrir las puertas a todos, es bueno aprender a recibir lo que los demás son capaces de ofrecer dejando de lado los prejuicios. Hablo de mí, hablo de otros, hablo de todos aquellos que por alguna causa no fueron incluidos en alguna oportunidad”, concluye.