Hace una semana, el presidente, Javier Milei, dijo que "hoy los salarios son miserables como consecuencia de 20 años de populismo". Las cifras demuestran que desde el inicio de la gestión libertaria, los salarios perdieron un 24% de poder de compra. El sueldo promedio en febrero fue de $619.007,05, un valor que se volvió a ubicar por debajo de la canasta familiar de pobreza.
Una de las consecuencias del impacto del ajuste económico y la licuación de los ingresos son los salarios. En febrero se registró el cuarto mes consecutivo de retroceso frente a la inflación, acumulando una caída del 23,9% desde noviembre. Estas cifras lo acercan al mínimo histórico del final de la convertibilidad.
¿Cuánto se necesita para cubrir la canasta básica?
Según los datos de la Remuneración Imponible de Trabajadores Estables (Ripte) los salarios aumentaron un 11,5% en el segundo mes del año, frente a una inflación que alcanzó el 13,2%, tal como reflejó el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec.
Los números oficiales indican que un matrimonio con dos hijos menores necesitó $690.901,57 para cubrir sus necesidades básicas, sin considerar el alquiler de una vivienda o departamento.
En tanto que los salarios de los trabajadores tuvieron una caída del 26% interanual en febrero. Es decir que superaron el derrumbe de la convertibilidad en cuanto a un periodo de cuatro meses, que fue del 20%, y se acercan al mínimo mensual.
La pérdida del poder adquisitivo
En 2023, el salario promedio terminó en $484.298,40, creciendo un 149,4% frente al valor que presentaba a finales del 2022 cuando alcanzaba los $194.175,11.
La suba no fue suficiente para ganarle a la inflación que fue del 211,4% en los 12 meses del año pasado. La diferencia representó una pérdida del poder adquisitivo del 20% para los 10 millones de trabajadores formales del sector público y privado.