12 Abril 2024
RECTA FINAL. Se estima que en la audiencia de hoy terminen de declarar todo los testigos y que los alegatos de clausura sean expuestos el lunes. la gaceta / foto de antonio ferroni
Micaela Pinna Otero
LA GACETA
La etapa testimonial del juicio por el crimen del cabo Ramón Sánchez (44 años), asesinado el 4 de julio de 2023 en la avenida Circunvalación, está a punto de concluir. Ayer se presentaron los cuatro testigos que estaban bajo el programa de protección para contar su versión de los hechos y generaron momentos de lucidez y de tensión dentro de la sala. Está previsto que hoy se presenten los cuatro testigos restantes, dos de la Fiscalía y dos de la defensa, con quienes concluiría la etapa de producción probatoria.
Por pedido de la parte acusatoria, el imputado Edgar Villafañe (22) escuchó todas las declaraciones en una sala contigua y su familia tuvo que retirarse del lugar para evitar cruces e inconvenientes.
Dos de los testigos citados no estuvieron presentes en el momento del hecho pero sus familiares menores de edad sí. Por decisión de la Fiscalía de Homicidios II, fueron ellos quienes pusieron en palabras lo que manifestaron los menores para evitar que fueran sometidos a una Cámara Gesell.
La primera en presentarse ante los jueces Isabel Méndez, Eliana Gómez Moreira y Sebastián Norniella Parache fue C.V, una vecina que vive a pocos metros de donde ocurrió el ataque. La mujer contó que tenía un quiosco que funcionaba en el frente de su casa, el cual tiene vista hacia el sector de la autopista. Según relató, esa tarde dejó a su nieto en el negocio viendo una película y que ella se fue a su habitación. “En eso sentí unos tiros, como seis o siete, pero no sabía si eran disparos o una moto. Salí rápido de la pieza y mi nietito dijo ‘¡abuela, abuela, el Edgar!’. Me acerqué a ver por la ventana qué pasó; desde donde yo estaba se veían los pies nada más, porque estaba muy oscuro”, relató.
C.V dijo que conoce al imputado y refirió que “el chico ya andaba en mal camino, robaba todos los días. A mí no me robó pero sí a la gente que volvía de trabajar o de comprar. Días antes quiso robarle la moto a una chica”. También habló sobre la familia de Villafañe y confesó que tenía miedo de sufrir alguna venganza por su declaración. “ Uno no sabe qué va a pasar después de todo esto. No sé si son personas vengativas, cómo van a reaccionar”.
El segundo testigo fue V.P. En el mismo sentido que C.V, el hombre relató lo que le contó su hermana menor, quien observó el momento en que Villafañe abordó y disparó a Sánchez. “Justo mi hermana estaba afuera, escuchó un ruido y vio que estaba asaltando al policía. Lo tiró de la moto, le disparó, lo dejó en el suelo y lo empezó a revisar. Le sacó su campera, el bolso, el arma de fuego y se fue corriendo por el pasillo. El policía quiso sacar su arma para defenderse pero no pudo, justo él (Villafañe) logra quitársela”, indicó.
El testigo dijo que su hermana se acercó a donde estaba la víctima para tratar de ayudarlo y notó que los proyectiles habían impactado en la zona de la cintura hacia abajo. “Todos en el barrio conocen a Villafañe porque le robaba a cualquiera; los emboscaba o los asaltaba de frente”, contó.
La tercera testigo, A.G, afirmó que vio al imputado con un arma de fuego en su poder la tarde del crimen mientras caminaba por la Circunvalación para llevar a sus hijos a fútbol. “Logré verle la mano porque había un farol grande que iluminaba. Era un arma medio larga de color gris clara que tenía en su mano derecha; él estaba vestido con ropa oscura. Cuando estábamos saliendo de la cancha, como a las 20, una mamá se acercó y nos dijo que nos vayamos rápido porque Edgar estaba armado y había matado a un policía. Es una persona que si me tiene que matar al frente de mis hijos lo va a hacer para robarme”, manifestó la mujer.
E.G. el último testigo, contó que esa tarde estaba en su casa cuando escuchó los disparos. “Salí a buscar a mi hija porque estaba jugando en una esquina. Ahí lo crucé a Edgar. No vi si tenía un arma pero sí llevaba un bolso o una mochila”, dijo.
El auxiliar fiscal Miguel Fernández marcó una contradicción entre su declaración ante el tribunal y la que le había brindado a la División de Homicidios, ya que al personal policial le informó que sí había visto el arma de fuego. El testigo sostuvo nuevamente que no vio el arma y dijo que en su momento declaró que sí porque fue amenazado por policías. “Me dijeron que diga que yo vi que tenía un arma y que tiró la moto y salió corriendo, si no me meterían preso”.
Luego de un extenso ida y vuelta entre las partes, donde se proyectó material audiovisual y se mencionaron actas declaratorias, la Fiscalía desistió con el interrogatorio y el querellante Gerónimo Martínez Molina adelantó que lo acusará por falso testimonio.
Otro caso: condenaron a perpetua a los acusados de haber asesinado a un policía
En octubre de 2012, el cabo Miguel Ángel Roa estaba de franco. Observó que dos desconocidos intentaba robar a una mujer en el pasaje Japón al 2.000. El efectivo decidió perseguir a los asaltantes que lo mataron de un disparo. Pasaron 12 años de ese homicidio y finalmente terminó realizándose el juicio en contra de dos imputados. El tribunal integrado por Rafael Macoritto, Dante Ibáñez y Diego Lammoglia condenaron a prisión perpetua a Juan Antonio Orellana y Cristina Villarreal. El caso generó mucha controversia por la frialdad con la que actuaron los autores.
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