David Cayata ya volvió a su puesto como empleado policial en el departamento de Anca Juli. El lunes uno de los hombres que supo ser más cercano al ex gobernador José Alperovich la pasó mal cuando tuvo que declarar en el juicio que se sigue contra su ex jefe por abusos sexuales. Y si bien no terminó detenido como había solicitado el fiscal del caso, Sandro Abraldes, su situación procesal no está resuelta. De hecho es muy probable que su suerte esté atada a la del mismo Alperovich. Si el juez Juan Ramos Padilla considera culpable a Alperovich y lo condena, es muy probable que también decida procesar a Cayata por falso testimonio.
Cayata llegó a trabajar como policía en 2005, y con Alperovich en el año 2007. En ese momento ya era cabo primero y formaba parte del Cuerpo Especial de Rescate y Operaciones (CERO). De allí lo destinaron como parte de la custodia que el ex gobernador tenía frente a sus domicilios y luego lo trasladaron junto con otros policías para que haga ese mismo trabajo, ya en seguimiento permanente. Él mismo admitió el lunes cuando declaró que el trabajo le gustaba mucho, a pesar de que pasaba más de 14 horas junto al entonces hombre fuerte de Tucumán (comenzaba su trabajo a las 7 y no salía nunca antes de las 21). Su función consistía en acompañar a Alperovich a todos lados. Iba en una combi custodiando al ex gobernador en todas las visitas que hacía, en Casa de Gobierno e incluso lo acompaña hasta su casa. Un hecho desgraciado lo acercó aún más al entorno de Alperovich. El habitual chofer del ex gobernador se enfermó, pero antes de dejar su trabajo recomendó a Cayata para que fuera el conductor oficial. El policía, relató, viajó entonces a Buenos Aires y realizó un curso en la Policía Federal de “chofer custodia”. “Aprendíamos maniobras evasivas, primeros auxilios, a disparar desde adentro del auto… Todo lo que debe hacer un custodio profesional”, afirmó. Así comenzó a encargarse de manejar el VW Vento propiedad de Alperovich y a llevarlo a todas partes mientras otro chofer, Víctor Salazar (empleado de Vialidad) manejaba la combi en la que se trasladaba los acompañantes del ex gobernador. Fue chofer de la senadora Beatriz Alperovich y de sus hijos, e incluso manejó para Juan Manzur. Pero creció al lado de Alperovich. Tanto que fue su candidato a subdelegado comunal de San Pedro de Colalao (donde vive) en 2015, pero no ganó. Ya en 2019 apoyó para ese cargo a su hermano y a un “compadre”. Incluso llevó a Alperovich a San Pedro en esos meses para apuntalar la candidatura de sus familiares. Pero la derrota de Alperovich a manos de su rival Juan Manzur hicieron desbarrancar su carrera policíaca. Ya lo habían sacado de la custodia a principios de 2018 cuando se dio la pelea entre ambos rivales a la gobernación. A pesar de esto siguió frecuentando al ex gobernador. “Yo trabajaba aunque me correspondiera descanso y no me pagaban, pero yo iba igual”, le dijo al juez Ramos Padilla.
Pero durante la audiencia del lunes se mostró demasiado reticente en contestar preguntas referidas a la denuncia de la ex colaboradora de Alperovich y le hizo perder la compostura al fiscal, que a viva voz pidió que se lo detuviera por falso testimonio. Ramos Padilla tomó una decisión salomónica. Primero lo mandó varias horas a “reflexionar” mientras escuchaban a otros testigos. Y luego resolvió que decidiría si el policía sería detenido o no al final del juicio. Mientras tanto Cayata, que tuvo sus mejores años junto al ex gobernador, espera en el destacamento de Anca Juli. En pocos meses puede terminar detenido.