“¿Qué pasaría si pudiéramos olvidarlo todo? ¿Y si todos los traumas de nuestro pasado pudieran desaparecer? ¿Quiénes seríamos entonces? ¿En la ignorancia está en realidad la felicidad? ¿O al olvidar todo lo malo, ya no hay punto de referencia para la moral y la bondad? Son preguntas existenciales, sin duda, y son preguntas a las que nuestro protagonista se enfrentará en su viaje hacia la redención eventual... o el pago de cuentas”.
De este modo presenta Adam Cooper “Recuerdos mortales”, el filme que llega hoy a los cines locales con Russell Crowe interpretando a Roy Freeman, un atormentado ex detective de homicidios que, después de someterse a un protocolo de tratamiento de vanguardia para el Alzheimer, vuelve a examinar un caso de hace una década que involucra el brutal asesinato de un profesor universitario, como si estuviera investigándolo por primera vez.
La tarea que lo consume tiene el tiempo en contra, ya que hay una persona condenada en el corredor de la muerte. Por ello, debe reconstruir urgente las pruebas que permitan salvarlo, pero en ello descubre secretos y traiciones que se vinculan con su propio pasado y que lo ponen en el lugar de decidir si no era mejor haberlos mantenido en el olvido.
Referencias
El desafío del director para conseguir algo original es grande, ya que la idea se ha filmado -con diferente éxito y repercusión- innumerables veces. Cooper reconoció que su intención es dejar su marca en este subgénero del policial. El mismo director mencionó referencias que lo inspiraron, como la inmensa “Memento”, de Christopher Nolan; “Corazón satánico”, de Alan Parker y “La isla siniestra”, de Martin Scorsese (hay muchos más, incluso películas que llevan el mismo título que la que hoy arriba a las salas tucumanas, o series como las dos temporadas disponibles en Netflix de “El turista”).
Su intento es “llevar a los espectadores a un emocionante viaje de investigación lleno de giros, vueltas y sorpresas, pero también hacerlos sentir todo lo que Roy está sintiendo porque, como narrador, me siento atraído por personajes en crisis”, según confesó el realizador, responsable también del libreto junto a Bill Collage; a su vez, se basaron en la novela “El Libro de los recuerdos”, del rumano E. O. Chirovic.
“Lo que me emociona es que la historia trata de la importancia de la memoria y los recuerdos, que juegan en la formación de quiénes somos, cómo vemos el mundo y la forma en que nos comportamos”, agregó en diálogo con la prensa norteamericana.
Para Crowe, la realización implicó la posibilidad de mantenerse en el primer plano de la industria de Hollywood, con un título que garantiza fidelidad en los seguidores de esta clase de historias y bajo el mando de un director que tiene como antecedentes “Assassin’s Creed”, “Divergente: Leal”, “Exodus: Dioses y reyes” y “Un golpe de altura”.
El elenco se completa con Karen Gillan, Marton Csokas, Tommy Flanagan, Thomas M. Wright y Harry Greenwood.