Boca debió sufrir para derrotar a Sportivo Trinidense por 1-0, en su segundo partido de la fase de grupos de la Copa Sudamericana. En La Bombonera, los minutos finales fueron de pura tensión; y más todavía, cuando el árbitro uruguayo Gustavo Tejera fue a revisar el VAR por un posible penal para los paraguayos, algo que finalmente no sancionó.
La jugada en cuestión fue una mano de Luis Advíncula en su propia área, tras una pelota parada. La discusión tuvo que ver con el hecho de si la mano había sido consecuencia de una falta en ataque de un rival, o no; finalmente, pesó la primera opción.
"Sale el centro, tengo la cabeza del blanco y después pega en la mano de Advíncula, que está ampliando el volumen, pero me parece que el brazo es producto de la falta que le hacen. Por eso abre el brazo", explica Juan Lara, encargado del VAR. A continuación, agrega que la mano “puede ser sancionable”, pero que es producto del desplazamiento generado por el jugador de Trinidense.
Como Tejera aseguró no haber visto ninguna infracción, desde el VAR le recomendaron que revisara la jugada. Tras hacerlo, el árbitro principal decidió que no había penal, y dio continuidad al partido, que terminó en triunfo “xeneize”.
Boca encontró la cabeza salvadora de Aaron Anselmino y festeja en la Copa Sudamericana
El oriundo de La Pampa, con apenas 18 años despertó la locura de los presentes en La Bombonera. Luego del gran triunfo en Rosario, Boca debía enfrentarse al modesto Sportivo Trinidense, por la segunda fecha de la Copa Sudamericana. Si bien parecía un trámite para el “xeneize”, a los dirigidos por Diego Martínez le costó demasiado abrir el marcador y finalmente se quedó con los tres puntos, por la cabeza salvadora de Aaron Anselmino.
A pesar que el “11” contó con la reaparición de Sergio Romero y con figuras de la talla de Edinson Cavani, entre otros, no había caso. Boca intentaba sin cesar, pero no podía doblegar a Víctor Samudio. El arquero paraguayo se atajó todo lo que le tiraban en La Bombonera, eso sí, hasta que llegó el cabezazo letal de Anselmino.
Antes de esa acción, tuvo que aguantar los remates de Jabes Saralegui, Nicolás Valentini, Nicolás Figal y hasta una maravilla de Kevin Zenón. El ex Unión, que estaba siendo resguardado para el duelo contra el “pincha”, ingresó en el complemento, le cambió la cara al equipo y hasta intentó un gol olímpico.
Con el empuje de los hinchas y una cierta impaciencia por el empate sin goles, Martínez apostó por los ingresos de Zenón y Lautaro Blanco. Dos futbolistas que vienen en levantada y que ya se ganaron todo el cariño de los fanáticos en Brandsen. Tal es así, que por intervenciones suyas, llegó la victoria de Boca.
Con un córner a favor para el “xeneize”, Zenón abrió corto para Blanco, que mandó el centro y encontró en lo más alto a Anselmino. El zaguero central, que había debutado el 11 de junio del año pasado contra Lanús, se elevó ante los defensores de Trinidense y sentenció la historia a favor de Boca. Primer tanto para el pibe de 18 años, que se fue lesionado y quinta asistencia para Blanco, desde su llegada al “xeneize”.
Con puños apretados y con toda una hinchada cantándole al eterno rival, Boca sigue sonriendo y llega envalentonado a los minutos pendientes del partido contra Estudiantes, en el “Jorge Luis Hirschi” de La Plata. Luego, se vendrá Godoy Cruz y la tercera fecha contra Fortaleza, nada menos que en tierras brasileñas. Lo cierto es que este Boca va y va.