Juega en Nicaragua, logró estabilidad económica, pero ansía volver a Tucumán para cumplir su sueño

Nicaragua es un destino exótico que atrae a una gran cantidad de turistas por sus enormes lagos, volcanes y gran variedad de playas caribeñas. Entre los casi siete millones de habitantes que tiene la primera ciudad colonial de Centroamérica se encuentra el futbolista Abel Rodrigo Méndez. Antes de llegar a las “tierras de los lagos”, tuvo que emigrar con 16 años hacia Bolivia para seguir los pasos de su hermano Ariel, ex jugador de Atlético Tucumán durante la temporada 2005/2006.

Méndez aprendió todo lo que sabe con el balón en la escuela “Enrique Happ”, ubicada en Cochabamba (Bolivia), y desde allí no se puso techo. Tal es así que el extremo izquierdo de 31 años, que pasó por distintos clubes del fútbol argentino, actualmente defiende la camiseta del club deportivo Walter Ferretti, su segunda experiencia en la Primera División de Nicaragua.

Sin embargo, la adaptación en el país de América Central no fue sencilla ni mucho menos. “Antes de llegar había averiguado cómo era el club y la ciudad. Me encontré con un pueblo muy tranquilo y el clima es templado, muy agradable”, explicó Méndez antes de ahondar en las dificultades. “La cultura en sí es otra cosa. Se debe comer y dormir más temprano. Eso me costó bastante, porque el clima provoca que la digestión sea más lenta y uno tiene que ir adaptándose a los horarios, sino se hace más pesado todo durante las prácticas. Los futbolistas somos una ‘maquinita’, que debemos estar bien adonde nos lleven”, analizó Méndez.

La gastronomía en Nicaragua es variada, y si bien cada comida es original, abundan las frituras. Un problema serio para Abel y su nutrición deportiva. “Aquí comen muchos frijoles, arroz y banana hervida. Las comidas típicas son muy ricas, pero las hacen fritas. Se complica para nosotros porque no podemos estar comiendo tantas cosas con aceite. Además, se extraña demasiado la comida de Argentina”, aseguró Méndez, quien todavía tiene residencia en Misiones debido a su paso por Crucero del Norte. “Cuando me puedo dar unos permitidos, extraño la milanesa, las empanadas y sobre todo, el asado. Allá se puede conseguir, pero nada que ver con la carne argentina. Hay costillas y chorizos, pero no es el mismo sabor”, se lamentó Méndez, que prefiere cocinar su propia comida. “No sabía, y cuando me fui a Bolivia con 16 años, tuve que aprender a la fuerza”.

Pero entre tantas dificultades, Méndez encontró el lado positivo de su nuevo destino. Los paisajes, la seguridad, el tipo de cambio y, sobre todo, la estabilidad económica. Algo que no encontró en Argentina.

“Es uno de los países más tranquilos de Centroamérica. Es muy agradable andar por la calle y no son tan fanáticos del fútbol, entonces no estás todo el tiempo presionado”, explicó. “Aquí se escucha música mexicana y bachata. Después, en la capital tenés todo cerca. Imaginate que estoy a una hora de la playa. Mientras te vas alejando, encontrás lugares más lindos como un volcán”, agregó el delantero.

Momento de hablar de números. Méndez asegura que los precios son baratos en Nicaragua y al comprar tecnología no se aplican impuestos. Algo parecido a lo que sucede en Paraguay, según sus propias palabras.

“La moneda aquí se llama Córdoba, como la provincia argentina. En cuanto al precio, sí hay mucha diferencia. Todo es más barato y podés vivir con lo que ganás. Podés conseguir muchas cosas del exterior porque no se pagan impuestos. Por ejemplo, me compré un iPad porque me divierto con un juego de tiros. Aproveché que me alcanzaba”, dijo el atacante, quien se lamentó por la situación económica que atraviesa nuestro país. “Todos los días hablo con mi familia y es noticia que aumenta todo. Siempre está la preocupación por el país. Obviamente que uno quiere volver a Argentina y progresar ahí. Pero todo está tan difícil, que está obligado a salir para marcar la diferencia. Lamentablemente estamos así”.

El deseo de volver a Tucumán

Tras su paso por Aurora de Bolivia, Méndez retornó a Tucumán para defender los colores de Atlético Concepción y San Jorge. Siempre con el objetivo de dar el salto al equipo de sus amores: San Martín de Tucumán. "Soy hincha y siempre fue mi sueño jugar ahí. Pensé que yendo a San Jorge para disputar el Federal A, podía andar bien y pegar el salto. Pero me salió la oportunidad de jugar seis meses nuevamente en Bolivia y, caída la opción del ‘santo’, acepté ir a The Strongest. Allí disputé la Copa Libertadores y la Sudamericana”, dijo Méndez, y recordó la ocasión en la que estuvo cerca de jugar en La Ciudadela.

“En 2016 tuve la posibilidad de ir a Crucero del Norte que estaba en la B Nacional y ahí dije: ‘estoy más cerca’. Encima justo ese año les marqué un gol en un 3-0. Al año siguiente, Diego Cagna me quiso llevar al club y justo me tocó una lesión que llevaba una larga recuperación”, explicó Méndez, que dio más detalles de su pasión por el conjunto de Bolívar y Pellegrini. “Mis hermanos Darío, que juega en San José, y Ariel, que jugaba en Atlético, también son hinchas del ‘santo’ e íbamos juntos a la cancha. Tengo un amigo que me dijo: ‘no tendré paz hasta que firmes con San Martín’. Si se da la oportunidad, bienvenido sea”, indicó Méndez que defendió la camiseta del homónimo mendocino en 2021.

Diferentes culturas

El atacante de Walter Ferretti asegura que el fútbol nicaragüense es más tranquilo que el argentino a nivel hinchada, pero en cuanto al desarrollo, estar en Primera tiene sus dificultades. 

“Hay mucho más roce en Nicaragua. Es como la B Nacional de Argentina. Los árbitros son muy permisivos, y por ende, los futbolistas te pegan demasiado. Después la hinchada exige, pero no demasiado. No tenés presión afuera y eso genera que vivas más tranquilo”, concluyó el delantero tucumano, quien visita  a su familia “futbolera” cuando está de vacaciones en el país, y que disfruta del día a día. “Disfruto el momento y soy una persona de mucha fe. Siempre dejo todo en manos de Dios y pienso que los planes que tiene conmigo son perfectos. No fuerzo nada, pienso que todo será de acuerdo a Su voluntad”.