Por Benjamín Papaterra
09 Abril 2024
DIEGO ÁRAOZ/LA GACETA
Poco a poco, Gustavo Abregú está recuperando el nivel que había mostrado la pasada temporada. Si bien comenzó el año con actuaciones irregulares, fue una fija en el medio campo del San Martín de Diego Flores y estuvo presente en las 10 fechas disputadas (744 minutos jugados; reemplazado en seis ocasiones).
El volante expuso su mejor versión en las victorias frente a Chaco For Ever y Arsenal, triunfos en los que se destacó en la contención y en la efectividad en los pases.
Al tomar como referencia el último juego, acertó 35 entregas de 40 intentos (87,5% de precisión); y en este sentido buscó generar conexiones con Juan Cuevas e Iván Molinas, quienes fueron los principales receptores, y asumieron la responsabilidad de imprimir verticalidad y profundidad al juego del “santo”.
Bajo la lupa, 13 de las entregas acertadas fueron progresivas; además de que conectó tres lanzamientos largos de los cinco intentos que realizó.
Así, la posesión de balón del “santo” se vio fortalecida en los últimos partidos. Si se contabiliza desde el partido frente a Talleres de Remedios de Escalada, el “santo” superó a todos sus adversarios en la tenencia de balón, con un promedio de 56,4% en todo este periodo.
No obstante, este fue un aspecto de juego que fue pulido ya que desde el inicio del campeonato hasta el partido contra Quilmes, San Martín había sido superado por sus rivales. La única excepción a la regla fue contra San Miguel, partido en el que el equipo lateralizó el juego y no generó peligro sobre el arco del local.
Otro punto a considerar es que Abregú se siente más cómodo a la hora de realizar conducciones. Tanto en el duelo frente a los chaqueños como contra el “arse”, dejó su posición inicial para pisar campo rival y buscar algún destinatario que pueda finalizar las jugadas. Incluso, llegó a quitarse varios rivales de encima en sus recorridos.
Frente al “albinegro”, logró rematar de media distancia y sumó una variante a su repertorio de atributos.
Con Molinas y Cuevas como laderos, el paulistano se convirtió en el principal referente de la contención. Tal es así que se consolidó como la principal rueda de auxilio de la defensa.
De esa manera, realizó siete intercepciones y nueve recuperaciones que terminaron en ataques del “santo”. A esto se le sumó un despeje de cabeza dentro del área.
Tan destacada fue la labor, que no cometió ninguna falta en todo el partido y, hasta el momento, no sumó ninguna tarjeta amarilla en todo el torneo; todo un logro para una posición en la que está sometido al roce constante.
Estos números dejan en claro su buen posicionamiento y, sobre todo, que la presión alta que ejerce el equipo tiene resultados beneficiosos para la ofensiva. Aquí radicó la clave para desarticular el esquema del equipo de Tobías Kohan (cometió varios errores en el fondo que fueron capitalizados por San Martín -tuvo 17 remates en todo el partido-.
A la hora de la salida desde el fondo, Abregú parece sentirse con más confianza para ser el distribuidor de pelota. Pero es una tarea exclusiva de él, sino de todo el medio campo “santo”. Así, Molinas, Cuevas o Pablo Hernández rotan con Abregú para empezar cada ofensiva.
En la pelota parada, también brinda su aporte. Siempre está dentro del área y, en el último partido, sorprendió apareciendo en el primer palo en una jugada que Nahuel Banegas disparó al palo.
Claro; no todo es color de rosas en su producción. Las pérdidas de balón es un aspecto a mejorar. En concreto, Nicolás Domingo lo apretó luego de una precipitada salida de Darío Sand, y generó la primera jugada de peligro para Arsenal, que terminó estrellándose en el travesaño.
Tampoco se puede pasar por alto que, con el paso de los minutos, la performance del volante fue mermando. Tal es así que en el segundo tiempo del último juego que disputó San Martín solamente realizó 15 intentos de pases (solamente falló uno).
A modo anecdótico, San Juan le trae un muy buen recuerdo al volante. En la única victoria del “santo” en el estadio Hilario Sánchez (fue 2-0 en la temporada 2022), Abregú marcó su único tanto como profesional. De esa manera, ahora espera otra vez convertirse en héroe en Cuyo, para seguir dejando en claro que se va transformando en una pieza crucial para San Martín.
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