A partir de los 30 años suele darse una aparición marcada de celulitis en el cuerpo. Sin embargo, la edad no es excluyente, ya que muchas personas, tanto hombres como mujeres, las tienen desde la adolescencia. Aunque no hay un consenso generalizado sobre qué las produce, sí lo hay respecto a qué hacer para evitarlas o prevenirlas.
El portal Mayo Clinic asegura que las celulitis se producen por una afección de los cordones conectivos que sujetan la piel al músculo con la grasa que hay etre ellos. A medida que las células se acumulan, empuzan la piel mientras los cordones tiran hacia abajo. Es por eso que se produce una superficie irregular en la dermis.
En las mujeres las celulitis son más habituales. En sus cuerpos, la grasa se deposita desde la pubertad entre los muslos, los glúteos y las caderas, las áreas en las que más suelen presentarse estas irregularidades.
Prevención y tratamiento de celulitis
La forma más recomendada para prevenir la celulitis es practicar ejercicio de manera regular. Reducir la grasa corporal y fortalecer los músculos evitará que se formen irregularidades en la piel. Andar en bicicleta o nadar puede mejorar la circulación sanguínea y linfática.
Para combatir las celulitis también es útil mantener una buen hidratación que contribuye al drenaje linfático, evitar el tabaco y el alcohol que acumulan toxinas y seguir una dieta equilibrada y rica en variedades de frutas y verduras.
Por otra parte, hay múltiples tratamientos que se ofrecen en el mercado para eliminar las celulitis que ya quedaron marcadas en el cuerpo:
● Medidas higienicodietéticas, una práctica integral que mezcla ejercicios con un sueño de calidad y una dieta equilibrada.
● Tratamientos tópicos que buscan aumentar la elasticidad y disminuir el contorno de las zonas con celulitis mediante la aplicación de principios activos capaces de actuar sobre la microcirculación, el tejido graso y el conectivo.
● Tratamientos mecánicos como la presoterapia, el drenaje linfático y los masajes manuales de largo plazo para mantener la piel como el paciente desea.
● Tratamientos quirúrgicos -pero no siempre efectivos- como la liposucción que aspira la grasa subcutánea o la lipoescultura ultrasónica que consigue eliminar la grasa de manera más controlada.
● Tratamientos basados en nuevas tecnologías entre las que se encuentras los ultrasonidos, las radiofrecuencias y a ultracavitación.