Una apuesta fuerte a la expansión del grupo. Eso es lo que se planteó Holcim Argentina con la adquisición de Tensolite, una compañía tucumana que, desde 1979, está dedicada a la fabricación y comercialización de premoldeados y pretensados de hormigón. Christian Dedeu, CEO de Holcim Argentina, encabezó ayer la toma de posesión de la compañía durante un acto realizado en la planta ubicada en Los Pocitos. “Las inversiones se definen a largo plazo, más allá de la coyuntura que hoy nos toca vivir en la Argentina”, plantea el ejecutivo en una entrevista que concedió a LA GACETA. Dedeu indica que la compra de la compañía es parte de la estrategia de expansión 2025 para reforzar el liderazgo del grupo en el mercado de soluciones integrales para la construcción.
-¿Cómo encararon un proceso de expansión en medio de una situación macroeconómica difícil?
-Hay una decisión de estrategia, a nivel global, para diversificar la cartera de productos en Holcim. Somos originariamente una empresa de producción de cemento, de hormigón y agregados, y ya llevamos algunos años en la diversificación en la Argentina. Hace poco adquirimos en el país Quimexur, que es una empresa de pinturas, impermeabilizantes y aditivos. También instalamos una planta de pegamento en Morteros (Córdoba), que era una categoría de productos que no teníamos, y vimos una excelente oportunidad, a través de Tensolite, de entrar, a través de una empresa líder, en el mercado de prefabricados y en pretensados. Desde una empresa de más de 90 años de existencia en la Argentina vemos que los timing se mueven a través de los ciclos, porque hay momentos mejores y momentos peores. Las inversiones se definen a largo plazo, no por la coyuntura de un período. A su vez, creemos que la Argentina como país y en particular lo que es la construcción, todavía tiene mucho potencial. Por eso, la perspectiva que tenemos de aquí en adelante es que el país vuelva a crecer. Hay que pasar unos meses complicados, pero también preveíamos que este escenario era algo previsible. Entendemos casi todos de que esto es parte de lo que debía hacerse para llegar a tener un crecimiento sostenible.
-¿Cree en que aquello de que cada crisis conlleva una oportunidad?
-Totalmente. En las crisis hay oportunidades. De los momentos malos surgen las fortalezas y uno aprende más en los momentos difíciles. Y la mejor manera de crecer es a través de la experiencia, del aprendizaje y de cuestiones y entornos no tan positivos para sacarle provecho.
-¿Qué expectativa tiene el Grupo Holcim a partir de la adquisición de Tensolite?
-Esperamos crecimiento. Compramos la empresa para que esté mucho mejor de lo que está, que ya está muy bien. Todavía tiene capacidad productiva ociosa, tiene una red de distribuidores muy amplia, que Tensolite no necesariamente llega a todos. Tiene 350 distribuidores, mientras que Holcim posee más de 2.000. Entonces contamos con una red de cobradores que son mas de 550 puntos de venta en la Argentina. Tenemos un canal preparados para llevar soluciones sostenibles e innovadoras para la construcción, que es nuestro objetivo final. No queremos estar encasillados en uno, dos o tres productos, sino estar permanentemente brindando a los clientes todos los materiales que requiere para la ejecución de una obra.
-¿Tucumán, en ese sentido, también significa para el grupo un nodo comercial desde el punto de vista comercial por su ubicación geográfica?
-La expectativa es expandirse. Holcim tiene plantas en Mendoza, en Córdoba, en Jujuy y en Buenos Aires. El alcance es nacional. Tucumán es un mercado en el que queremos crecer. Así como habrá mercados en lo que Holcim contribuya al crecimiento de Tensolite, de la misma manera creemos que Tensolite contribuirá al crecimiento de Holcim en la región.
-¿En qué momento del ciclo se encuentra la construcción? ¿Cómo toma en cuenta el grupo el freno que se ha evidenciado en la obra pública, por ejemplo?
-Creo que hay que diferenciar la coyuntura del momento de los ciclos económicos y el potencial de crecimiento. La Argentina es un país que tiene casi un 35% de déficit habitacional. En otros términos, el 35% de la población vive en condiciones precarias o no tiene dónde vivir, con lo que si a eso le sumas los déficits en infraestructura que hay en materia vial o de escuelas, por mencionar algunas, todavía observamos que hay mucho por crecer. En el mediano o en el largo plazo, creo que es importante entender que estamos frente a un mercado en crecimiento. La coyuntura muestra una caída en el mercado de la construcción cercano al 28% en el primer trimestre, incluso con caídas en marzo cercanas al 40% en la industria del cemento, que es una variable muy significativa a la hora de medir cómo se encuentra la construcción. Estamos en un momento de venta muy baja, pero la expectativa que tenemos es que, acomodadas las variables macroeconómicas, puede haber un despegue tanto en lo que hace a la construcción privada, como en la obra pública.
-¿Para cuándo observan que se vea esa luz al final del túnel en la construcción?
-Creemos que este mismo año, probablemente, entre el tercer trimestre de este año o en la última parte del año, deberíamos ver una mejora. De nuevo, la Argentina es un país que tiene una oportunidad de crecimiento que necesita estabilidad y esa estabilidad macroeconómica brinda esa posibilidad de que la gente salga a invertir, pueda gastar, y muchas veces cuando estás frente a una crisis, esperas, y desensillas hasta que amaine.
-¿Ladrillo o dólar? ¿O ambas inversiones van de la mano en esta crisis?
-Creo que pasa por la macroeconomía y, dentro de ella, el dólar es una variable, pero también hablamos del déficit fiscal, de las tasas de interés, del nivel de actividad. Son todas esas condiciones que los argentinos vienen pidiendo desde hace décadas. Se necesitan para que la economía sea sostenible. El tema del ladrillo como refugio de valor se da en los momentos de disparidades entre el dólar oficial y el resto de las cotizaciones. En esos momentos la gente se refugia en el ladrillo. En tiempos como los actuales lleva a que el nivel de actividad aminore porque la gente prefiere no gastar hasta que pase el temporal. Y esperemos que ese temporal pase.
-¿Qué le transmite a los tucumanos, en particular, y a los habitantes de la región, en general, con este desembarco de Holcim en este mercado?
-Holcim es una empresa originariamente de capitales suizos, pero que está dirigida y administrada por argentinos. Llevamos más de 90 años en el país y lo que buscamos es darle a la gente oportunidades para desarrollar todo su potencial profesional. Y eso es lo que buscamos con Tensolite, en el que la gente vea al grupo como potencial para su crecimiento y desarrollo.
-¿El grupo continuará con la expansión?
-Si. Nuestra expectativa es de seguir creciendo ya sea a través de adquisición de empresas o de instalación de fábricas como hicimos en Morteros con el pegamento. El crecimiento de Holcim en la Argentina no se para tan sólo con la adquisición de Tensolite.
Estrategia: los objetivos hacia 2025
Con la adquisición de Tensolite (se habrían desembolsado más de U$S 28 millones), Holcim Argentina avanza en su objetivo de ampliar su negocio de Soluciones y Productos hasta el 30% de las ventas netas del Grupo para 2025, entrando en los segmentos más atractivos de la construcción. Actualmente, cerca del 80% de las viviendas unifamiliares en Argentina se construyen con viguetas de hormigón, que es el principal producto de Tensolite, representando un mercado de gran potencial. Con más de 90 años de trayectoria en la Argentina, el grupo posee cuatro plantas de cemento ubicadas en Córdoba, Mendoza, Jujuy y Buenos Aires. También cuenta con Geocycle, el líder global en soluciones circulares para la gestión de residuos y con más 500 Disensa, la red de corralones más grande del país. En 2023 adquirió la participación mayoritaria de Quimexur, fábrica de pinturas e impermeabilizantes e inauguró una planta de pegamentos con la marca Tector. A su vez, cuenta con Fundación Holcim Argentina que lleva más de 35 años de trayectoria en el país, a través de la cual la compañía capitaliza la inversión social.