04 Abril 2024
José Mujica
El ex presidente uruguayo José “Pepe” Mujica criticó la gestión de la epidemia de dengue del Gobierno de Javier Milei y advirtió que los argentinos cruzan a su país para buscar repelente contra los mosquitos, ante la escasez de este producto en la Argentina.
Convencido de que hubo falta de previsión de las autoridades, Mujica pidió no descuidar el sistema científico: “La Argentina, más que nunca, esa alegre y formidable Argentina que fue esplendorosa, cada vez se parece más a lo que es nuestra pobre América Latina”, advirtió, y recordó que “ningún cordero se salvó balando”.
En su habitual columna de los jueves en Radio 10, el dirigente del Frente Amplio, dijo que estaba al tanto de la escasez y los altos precios del repelente en el país. “Me consta porque han venido algunos argentinos y se han llevado bastante repelentes de acá”, contó el líder izquierdista, quien incluso deslizó: “Que viajen a Brasil a conseguir porque nosotros nos vamos a quedar en la lona”.
Además, Mujica consideró como algo “doloroso” lo que ocurre, con 129 muertos y más de 180.000 contagios de dengue, y dijo que esos datos responden a una “falta de previsión” sobre lo que podía llegar a pasar.
“Creo que estos son problemas que han venido para quedarse. No se puede reducir la idea de seguridad a una cuestión policial o militar; la idea de seguridad, cada vez más, está embebida de la cuestión sanitaria, de hacer frente a los desafíos que impone la salud pública. Esta actividad en el Estado pasa a ser una cuestión central porque varios índices globales están indicando que están pasando cosas en el mundo que afectan los clásicos ciclos biológicos”, planteó.
Lugo agregó: “Estamos expuestos en esta humanidad de 8000 millones de personas que se mueven incesantemente de un lado hacia el otro, con un clima inestable que influye en los equilibrios de la biología. Eso desata consecuencias directas e indirectas que no podemos medir en el foco de la vida de los virus, en el campo de los eucariotas, de lo que podemos llamar la vida invisible, pero que es cuantiosa y sobre la cual reposa, para bien y para mal, nuestra propia existencia”.
Al estar expuestos a esto, los seres humanos -remarcó- “necesitan la presencia permanente” de un Estado que colectivamente los ampare, como así también de las áreas de la ciencia que ayuden a mitigar los efectos.
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