La escalada de los precios que aceleran la inflación modificaron los hábitos de consumo. En las últimas semanas se pudo observar un fenómeno en los supermercados que apuestan a las marcas propias para contener la caída de las ventas. Ante ese escenario, los consumidores eligen marcas más económicas o dejan de comprar algunos productos, en medio de la retracción de la economía.
Los clientes son más selectivos a la hora de comprar en los supermercados, porque la premisa es conseguir los mejores precios. La consultora NielsenIQ detalló que esta tendencia comenzó a observarse hacia finales del año pasado.
Se registró un crecimiento en las ventas de las marcas propias de los supermercados, que se fortalecieron entre diciembre y enero de este año. Los mayores saltos se dieron en los alimentos seguidos por los productos de cosmética y tocador.
La estrategia de los supermercados
Los supermercados son el mejor rubro que “resiste”, aunque la eliminación de precios justos produjo una fuerte desaceleración de consumo en diciembre-enero.
Las marcas propias de los supermercados se fortalecen con un desempeño mejor que el promedio de todas las familias de productos, excepto las bebidas (cae un 39%). Los mayores saltos en el consumo de esas marcas propias se dan en alimentos (29,4% en el bimestre diciembre-enero 2024), y cosmética y tocador (25,9%).
En el corto plazo, comenzó a crecer una migración de productos premium al mainstream (más populares) o de bajo precio. Con algunas sutilezas, esos cambios se dan en todos los rubros (bebidas, alimentos, limpieza, y cosmética).
¿Qué pasa con los mayoristas y los almacenes?
Los mayoristas al igual que supermercados presenta un fuerte incremento de precios en enero 2024 afectando su performance donde cae fuertemente en consumo.
En tanto que los almacenes y autoservicios se contraen fuertemente a lo largo del país en el último bimestre.