Un reciente estudio preliminar sobre el ayuno intermitente, señala un riesgo considerablemente mayor de problemas cardiovasculares asociados con esta práctica.
La investigación, que generó controversia, plantea interrogantes sobre los supuestos beneficios de una tendencia cada vez más popular en la búsqueda de la salud y el bienestar.
Ayuno Intermitente: ¿un riesgo para la salud cardiovascular?
El ayuno intermitente, promocionado como una estrategia para perder peso y mejorar la salud del corazón, es objeto de debate en la comunidad científica. Un estudio presentado en las sesiones científicas de la Asociación Americana del Corazón arrojó resultados inesperados, desafiando la percepción común sobre sus beneficios.
Según este estudio, basado en el análisis de datos de más de 20.000 adultos, aquellos que practicaban el ayuno intermitente con un período de alimentación restringido de ocho horas tenían un riesgo un 91% mayor de muerte por enfermedad cardiovascular en comparación con aquellos que tenían un período de alimentación de 12 a 16 horas.
Aunque el ayuno intermitente ganó popularidad, sus efectos a largo plazo, incluido el riesgo de muerte cardiovascular, aún no están claros. El autor principal del estudio, Victor Wenze Zhong, enfatizó la necesidad de una evaluación más cuidadosa de estas prácticas.
El análisis se basó en datos de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EE. UU. recopilados entre 2003 y 2018. Sin embargo, los investigadores advierten que el diseño del estudio no permite establecer una relación causal directa entre la restricción horaria en la alimentación y los decesos observados.
Impacto del ayuno intermitente en la salud cardiovascular
Los hallazgos del estudio generó preocupación entre especialistas en salud, quienes advierten sobre la necesidad de interpretar los resultados con precaución. Aunque el ayuno intermitente puede ofrecer beneficios a corto plazo, es fundamental considerar sus posibles efectos negativos a largo plazo.
Riesgo aumentado en pacientes con enfermedades preexistentes: Las personas con enfermedades cardíacas o cáncer enfrentan un mayor riesgo de mortalidad cardiovascular al adoptar el ayuno intermitente.
Duración óptima de alimentación: Para quienes padecen enfermedades cardiovasculares, una ventana de alimentación de ocho a 10 horas al día se asocia con un 66% más de riesgo de muerte por enfermedades del corazón o accidente cerebrovascular.
Ausencia de reducción del riesgo general de muerte: Contrario a algunas expectativas, el estudio no encontró una reducción en el riesgo general de muerte por cualquier causa con la práctica de ayuno intermitente.
Efecto sobre la mortalidad por cáncer: Curiosamente, una duración de alimentación de más de 16 horas al día se vincula con un menor riesgo de mortalidad por cáncer entre las personas ya diagnosticadas con esta enfermedad.