29 Marzo 2024
UNIÓN. Martín, Emilse, Constanza y Virginia permanecen unidos por su amor y pasión por la música.
“Dormimos abrazados a los instrumentos en el motorhome porque no hay espacio. Estamos haciendo algo que todos los artistas deberían hacer al menos una vez en su vida, que es salir a la calle y conectar con la gente desde abajo de un escenario”, fue lo primero que Constanza Castillo atinó a decir en su diálogo con LA GACETA.
Ella es la mayor de las dos hijas de la familia Castillo y la artista principal de esta historia que gira en torno a un sueño: el de ella y su música. Nacida en Tafí Viejo y con Mercedes Sosa como su máxima referente, ha construido su carrera musical durante años junto a su familia.
“Tenemos un marco generacional artístico muy grande. Mis abuelos, tíos y primos se dedican al arte de distintas maneras. El arte lo es todo para mí, significa familia”, agregó la joven de 14 años.
Desde los siete años, la hija mayor de la familia empezó su carrera musical y lo hizo a gran escala. ShowMatch, La Voz Argentina, La Peña de Morfi y Jesús María, son solo algunos de los escenarios que Constanza y su familia han pisado desde entonces. Pero tras años de presentaciones en festivales y realitys, algo parece haber cambiado en los Castillo.
Salir de la rutina
En 2021, la familia se aventuró a recorrer país en un motorhome, subsistiendo únicamente de hacer música en la calle. Para lograr eso, había que dejar todo atrás y la persona que organizó esta aventura fue el padre de la familia. Hablamos de Martín Castillo, que además es el guitarrista del grupo.
“Vencer el miedo para hacer lo que hicimos es complicado, hay que defender un ideal y hacer un cambio rotundo a tu estilo de vida. Es una vida totalmente distinta. El propósito de lo que hacemos es salir de la vorágine de la vida, sacar el pie del acelerador y tener tiempo para hablar y pasar tiempo en familia de una forma un poco más sana, haciendo lo que nos gusta”, manifestó Martín.
Durante años recorrieron el país, haciendo presentaciones en la vía pública, en peñas y hasta en espectáculos, viviendo a base de la música. En esta ocasión volvieron a Tucumán hace unas semanas, pero su próximo objetivo planea llevar la carrera musical de Constanza a otro nivel.
“Primero iremos a Perú, luego Ecuador, Chile y finalmente Colombia. Llevaremos nuestro arte por Latinoamérica, estamos muy entusiasmados, pero listos para lo que sea”, relató el padre.
El estilo de vida de los Castillo ha cambiado rotundamente. Constanza y Virginia (la más pequeña de los Castillo) van a la escuela de forma virtual. Mientras que sus padres buscan entablar relaciones en cada ciudad que van para poder tocar en la calle o en peñas.
“Tenemos una vida un poco nómade, a veces nos quedamos meses en un lugar. El camino del músico lleva tiempo y se vuelve muy complicado. Hace unas semanas volvimos a Tucumán y ya necesitamos movernos otra vez”, dijo Emilse Varela, la mamá de Constanza, que además baila y toca el bombo en las presentaciones.
Viajar constantemente trae consigo constantes problemas y obstáculos que, de una forma u otra, la familia ha logrado resolver.
A Virginia, por ejemplo, le molesta que las mascotas orinen en el motorhome, mientras que a Martín le molesta mucho el desorden en la casa rodante.
Sin embargo, los cuatro coinciden en que lo importante y la base de su viaje es la unión.
“El hecho de compartir con mis padres y tenerlos presentes es algo hermoso, están en todo, son mis maestros, mis amigos, son mi todo. Creo que soy muy bendecida porque no todos tienen esa suerte.
Raíces tucumanas
“A mí Tucumán, querido, cantaré, cantaré”, dice aquella reconocida canción de folklore compuesta por Atahualpa Yupanqui. Ha sido reversionada en varias ocasiones, suena en todos lados y es una de las canciones principales del repertorio de la familia Castillo. Pues, a pesar de haber recorrido muchas provincias argentinas, ellos aseguran que es muy importante “no perder la tonada tucumana”.
“El propósito de nuestro viaje es pintar los lugares que visitamos con los paisajes de Tucumán, el repertorio está elegido para que la gente conozca la cultura de nuestra provincia”, sostuvo Varela, la madre de la familia.
Viajar por tantos lugares vuelve inevitable añorar las tierras donde nuestras raíces han crecido, pero esto no parece ser un problema para Constanza y compañía, pues parecen llevar a la provincia en lo más profundo de su corazón a donde sea que vayan.
“Cuando cantamos ‘Lunita Tucumana’ la gente explota, se vuelve loca y la cantan como si fueran tucumanos. Esa canción describe los paisajes de Tucumán de una manera hermosa y a la gente le encanta. Eso te llega porque ves cómo el arte y la cultura de tu provincia tocan la fibra emocional de personas de distintos lugares", señaló Conti Castillo.
Un sueño en conjunto
“El viaje que haremos tiene un propósito que es pulir nuestro talento y poder conseguir nuestro sueño, que es ser reconocidos en la música, acompañando y forjando una artista provincial que sea consagrada”, manifestó Martín Castillo, refiriéndose a su hija Constanza.
Viajar para hacer música no es solo por ocio, ellos lo definen como un trabajo constante que implica mucho esfuerzo.
“Mi proyecto musical se vino muy abajo después de la pandemia, antes de eso yo era una niña de 9 años que hacía música y después salí siendo una adolescente con una visión de la vida totalmente diferente. Fue volver a remar en dulce de leche para poder continuar con mi carrera que se apagó bastante. La vida del artista es dura, tenés que llegarle a la gente y si no lográs, te va mal. Por eso es que salimos a la calle”, indicó Constanza.
Tal como lo hizo en algún momento Mercedes Sosa, Constanza tiene el sueño de pertenecer a los grandes artistas del país.
“Mi sueño es pertenecer al folklore popular, ser una artista consagrada. Creo que vamos por buen camino, de a poquito y tomando el camino largo que es el más seguro”, agregó Constanza, con felicidad en su mirada.
Soñar es válido para todos, pues es lo que nos mantiene despiertos y lo que hace que cada día luchemos arduamente para conseguir nuestros objetivos. Constanza, con sus 14 años recién cumplidos, no es la excepción. Es por eso que ella quiso dejarle un mensaje a todos los jóvenes que tengan un objetivo por cumplir.
“Siempre luchen por sus sueños porque de una forma u otra llegaremos a lo que queremos. Nunca bajen los brazos y sean perseverantes; siempre digo que el que persevera, triunfa. Cuando hagan lo que les gusta, recuerden sus raíces, su cultura y conozcan bien su historia. Es importante tener presente la historia de nuestro pueblo, de nuestra familia y nuestra cultura, que no les dé vergüenza decir que vienen de Tafí Viejo, de Simoca, de Alderetes o de dónde sea, porque tenemos una provincia hermosa con una grandísima historia y una hermosa cultura, nos debería dar orgullo decir que somos tucumanos”, concluyó Constanza.
“Tucumanos y tucumanas, todos se afanan por divertir y hacer linda esta mala vida, así se olvidan que hay que sufrir”, entona Mercedes Sosa en la canción Al Jardín de la República. Y tal como ella lo canta, es que los Castillo seguirán con el afán de divertirse en familia, haciendo lo que les gusta para aligerar su vida. Mientras Emilse y Martín manejan y buscan trabajos, mientras Virginia y Constanza estudian sobre ruedas, el motorhome seguirá andando en busca de un sueño y llevará a donde sea que se vaya la cuota necesaria de cultura y pasión que tanto nos caracteriza a todos los tucumanos.
(Producción Periodística: Leandro Emanuel Díaz)
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