Lo que muestra Santiago Vargas en una cancha de hockey lleva a preguntarse ¿cómo lo hace? Al mismo tiempo inspira. A sus 29 años se lo puede ver cumpliendo roles distintos en el torneo que organiza la Asociación Tucumana. En menos de 24 horas derrocha la misma energía empuñando el palo o sujetando su pizarra, todo custodiado por el escudo de Natación y Gimnasia. “Es desgastante, como todo deporte de alto rendimiento”, reconoció. “Pero la pasión con la que uno lo hace, genera más que desgaste un gran placer”, sustentó Vargas su modo de vivir.
Desde 2015 decidió que quería estar no solo dentro del campo de juego con alguna responsabilidad. Después, también eligió comprometerse fuera de él. Desde 2021, previo paso por las divisiones juveniles con las que ganó varios títulos, asumió la conducción del equipo de Primera de damas, sin dejar de jugar.
Lo hace parecer fácil por como desempeña ambas funciones. Una buena lección en tiempos en los que hacen falta ejemplos de que se puede hacer todo lo que a uno le gusta. “Es hermoso cumplir todavía las dos funciones, me llenan las dos. Voy a tratar de seguir jugando hasta que el cuerpo me de”, afirmó Vargas.
Su lenguaje corporal en cualquiera de sus papeles auguran que puede desempeñarse por un tiempo más en la doble función. Sin embargo, ya muestra que tiene el chip de entrenador bien colocado. Tan bien puesto que por más pasión que pueda tener para ser técnico y jugador en simultáneo, tendrá la suficiente sabiduría para identificar la razón que de a poquito lo hace reflexionar. “También si hay chicos más jóvenes que me superen, dejaría de jugar”, reconoció.
Su autopercepción, entonces, es acertada. “Como entrenador siento que tengo mayores capacidades, que como jugador. Además es mi carrera de entrenador la que sigue abierta. Espero poder devolverle al hockey más de lo que me dio, sobre todo hacer que el club crezca porque hay mucha gente trabajando en esto”, anheló el DT y jugador.
En las palabras de Vargas se percibe una necesidad de retribución porque en el club “blanco” se siente cómodo. Llegó desde Gymnasium por recomendación de Cristian Leyes, actual técnico de los caballeros, también con raíces en el equipo de la institución de calle 25 de Mayo. “Se nos abrieron las puertas y logramos que en la actualidad todos los entrenadores sean de Natación y Gimnasia”, contó con orgullo. Desde entonces los cuerpos técnicos trabajan en conjunto con la meta de hacer más grande la historia de Natación y Gimnasia en hockey. “Estamos todo el día pensando en cómo mejorar y de qué manera nos podemos dar una mano para crecer más”, agregó el arquitecto, que trabaja en una empresa constructora.
“También es algo que trato de llevarlo. Me recibí este año y fue muy difícil llevar estudios, ser entrenador y jugador. Pero siempre tuve en mi mente que iba a ir más despacio, sin bajar los brazos, pero que llevaría más tiempo”, dijo sobre el proceso de los últimos meses.
Tanta actividad hace que en algún momento las acciones no estén alineadas. Vargas dice que es cuestión de organizar, pero su relato, muy natural, suena más a que es un astuto malabarista motivado por el placer que generan las actividades que ama. Por eso es que en 2022 hizo un impecable rally para concretar los éxitos. “El Regional se jugaba en Tucumán. Metimos podio con los dos equipos. Había que trasladarse de una cancha a otra. Tucumán Rugby y el club eran las sedes”, comienza a contar la anécdota que pinta entero el cuadro de su vida. “Con las chicas ganamos el título y con los varones quedamos tercero. Terminamos el partido de caballeros y seguía la final de damas que ganamos”, recordó Vargas.
Fue un buen resultado en general, claro está. Distinto a lo que le pasó el último fin de semana. La combinación que le tocó fue empate-derrota. Como técnico sus jugadoras protagonizaron un partido sumamente entretenido ante Universitario con seis goles, tres por lado. Como jugador, fue uno de los que se les plantó a San Martín, ganador por 2-0. Si bien Vargas juega con la 10 en los “blancos”, se ubica en la defensa. Precisamente, esa fue la línea que evitó una derrota más abultada. “Empecé como delantero en Juveniles y mis primeros años en Primera fueron en esa posición. Fui bajando cada vez más: volante, volante externo, jugué de cinco y desde el año pasado juego de central. Uno de nuestros jugadores se fue a vivir a otro país y me probaron en defensa en un partido y no volví a salir nunca más. Creo que en mi último año estoy encontrando un nuevo puesto que me sienta bien”, reconoció el jugador de las múltiples posiciones.
En cuanto a los objetivos, no hay multiplicidad. El plan es claro para Vargas en los dos frentes. “Con las chicas queremos ganar el torneo local; con los varones, el Regional”, no dudó en establecer el DT y jugador.