¿Tiempos oscuros? Atlético Tucumán tiene otra lucha: la mala fortuna

Son las 13 del jueves, un día que no es uno más para Atlético. El otoño llegó y también las sonrisas para el mundo “decano”. El plantel profesional recién pudo festejar un triunfo oficial en el octogésimo día del año, pero tuvieron que pasar 131 días desde la última victoria. Mucho tiempo, demasiado, algo atípico se podría decir.

Sin embargo, la mala racha viene desde mucho tiempo antes. Es como si el equipo se hubiera gastado toda la alegría (y energía) durante aquella Liga Profesional que lo tuvo como puntero por largo rato en 2022. Pero de un tiempo a esta parte, los malos resultados se volvieron cada vez más frecuentes. Peligrosamente recurrentes. Y con ello, llegó la desesperación.

En realidad lo que vivió Atlético durante estos meses (pongámosle desde agosto de 2023 hasta hoy) ya lo había vivido años atrás, justo después de la buena era “zielinskista”. Fue en aquel momento cuando la cúpula dirigencial se había decidido contactarse con Alejandro Morgan para que comenzara a trabajar en el club. El autodenominado “brujo de los famosos” llegó cuando Juan Manuel Azconzábal era el entrenador y Atlético estaba sumido en una crisis deportiva sin precedentes desde su regreso a Primera.

Vale aclarar, que en ese momento el “decano” también había contratado un psicólogo (José Blunda) y un coach oncológico (Ignacio Bossi) para tratar de enderezar el rumbo. Los resultados finalmente no acompañaron a “Vasco” que renunció antes de llegar a una docena de partidos en su segundo mandato. Ahí, el “decano” contrató a Lucas Pusineri y la historia cambió.

Atlético terminó de manera decorosa esa Copa de la Liga y en la Liga Profesional, que comenzó a mediados del 2022, arrasó. Fue el equipo sensación y coqueteó con el título que finalmente quedó en manos de Boca. Pero en el medio Morgan, con sus habanos y desde su habitáculo (ubicado en el codo de Bolivia y 25 de Mayo), trabajó silenciosamente. Nunca accedió a una entrevista, pero se supo que su ritual constaba de velones, habanos y charlas con los protagonistas. En ese punto, con el que se mostraba más cercano era con Matías Orihuela.

La tarea de Morgan finalizó en agosto de 2023 y, posteriormente, el equipo no pudo salir de situaciones que generaron descontento y preocupación: perdió 10 partidos, empató 11 y ganó apenas en cinco.

La suerte del psicólogo y el coach fue diferente. También habían llegado en la etapa de Azconzábal, pero sólo trabajaron tres meses en el club. A pesar de que los jugadores estaban a gusto con sus intervenciones, su tarea no fue incluida en el siguiente presupuesto.

Pero volvamos al presente. Atlético acaba de derrotar a Defensores de Belgrano por 4-0 y accedió a los 16vos de final de la Copa Argentina. Ganó su primer partido en el año y los memes estallan en las redes sociales. Mientras tanto, los dirigentes acaban de hacer un anuncio llamativo.

No es singular por el motivo en sí, más bien lo es por el momento. “Invitamos a la familia Decana a participar de la misa en memoria de nuestros queridos jugadores Andrés Balanta y Daniel Ibáñez”, postearon en las redes sociales convocando a sus socios a la Iglesia San Roque.

La iniciativa llegó por intermedio de un dirigente, que propuso hacer la misa a los ex jugadores que fallecieron recientemente y nadie opuso ningún reparo. “Fue un tema que lo habíamos charlado con algunos compañeros sobre una deuda moral que teníamos en relación a esos jugadores. Nos parecía oportuno rogar por el eterno descanso de ambos”, le comenta a LA GACETA el vocal Cristóbal Godoy.

La mayoría de los hinchas celebró la iniciativa, algo que era de esperarse. Desde hace varias semanas, en 25 de Mayo y Chile ronda la idea de que el mal presente deportivo puede estar relacionado con el inesperado y doloroso deceso del jugador colombiano, quien precisamente perdió su vida en el campo de juego del Monumental, mientras el plantel se entrenaba.

Pero para entender esta situación, debemos remontarnos al 2 de marzo, día en el que el “decano” recibió la visita de Vélez.

El 0-0, con Tomás Marchiori como figura en el arco velezano, dejó intranquilos a todos en el Monumental. Algo estaba mal. Los palos, las voladas espectaculares o las jugadas increíbles como la de Mateo Bajamich, quien no pudo empujar la pelota dentro del área chica, empezaron a llamar la atención de los hinchas. “Que sal”, “llamen a una bruja”, “es una maldición”, fueron algunas de las expresiones de los hinchas en ese momento.

El 6 de marzo, el “decano” recibió a Banfield y la historia fue similar. Los palos, Marcelo Barovero y la mala fortuna se conjugaron para otro cachetazo. El 0-3 fue lapidario. El hincha –con bronca- fue a protestar en el playón de estacionamiento y obtuvo como respuesta una represión policial.

Según se conoció, ese mismo miércoles por la mañana, dos “chamanes” extranjeros habían visitado el Monumental y habían empezado a descubrir qué es lo que supuestamente está ocurriendo. Dos venezolanos, especialistas en cuestiones esotéricas, recorrieron la cancha y fueron contundentes. “No está feliz. Se siente usado. Está triste por haber sido ‘olvidado’”, remarcaron.

La declaración dejó atónitos a todos, pese a que hasta ese momento no había nombres. El ritual de los venezolanos continuó en el vestuario y allí aparecieron más precisiones. “Pude charlar con él”, dijo uno de ellos -según cuenta un testigo de aquel momento- señalando una foto de Balanta que está ubicada en una especie de altar que tienen los jugadores dentro del vestuario. “Describió el sector cercano a la platea, donde sucedió lo de Andrés”, contó la misma fuente.

La situación fue tan triste como espeluznante. Balanta falleció a fines de noviembre de 2022 mientras se jugaba el Mundial. Tras ese episodio, un sacerdote fue quien advirtió que la mejor manera de ayudar a ese espíritu (si lo hubiera) es mediante oraciones y misas. “Enviándole todas tus fuerzas y tu luz para que pueda llegar a su destino y pueda tener paz espiritual. Hay oraciones especiales para los difuntos, para que puedan acercarse a Dios y liberarse de todas las penas o sufrimientos”, remarcó antes de solicitar que hinchas y dirigentes (sobre todo los más importantes del club) anoten en las misas a las personas que crean, puedan estar necesitando una ayuda desde el plano terrenal.

Evidentemente, por la misa celebrada hoy, la CD tomó nota del consejo. De todas maneras, el equipo luego de aquella derrota contra Banfield jugó dos partidos más: Talleres (1-4) e Independiente Rivadavia (2-2); y como la cuestión continuaba torcida, en el club acudieron a un pastor evangelista. “Fui recomendado por alguien de la iglesia”, dijo el pastor Martín Ale. 

El representante del Centro Cristiano “Volver a Dios” asistió, junto a su “hijo espiritual” Rodrigo, antes del duelo con la “lepra”. Pero recién accedió a dialogar con LA GACETA tras el triunfo ante Defensores de Belgrano.

“Yo sentí que había cosas malas que se estaban cortando, como que se están yendo. Por eso quería hablar después del partido, porque conozco el poder de la oración. Para mí, lo que estuvo viviendo el club no eran por cosas buenas. Han pasado algunas situaciones negativas; enfermedades, personas que han fallecido... Cosas que no son casuales. Sentí que Dios traerá bendiciones, él está esperando que nosotros podamos acercarnos a él”, respondió tras el 4-0, y fue más a fondo en la cuestión. “Dios ya hizo algo para demostrar que interviene de cualquier manera. Hay que buscar su bendición; si lo hacemos, al club le va a ir bien en todo”, finalizó.

A la luz de los hechos, en Atlético parecen estar dispuestos a terminar con el mal momento trabajando en lo deportivo, en lo dirigencial y también atendiendo cuestiones que exceden los límites del campo de juego.