Tras el fallo que ordenaba la libertad del arquero Sebastián Sosa, ayer se generó una gran especulación con la posibilidad de que el jugador pudiera cumplimentar los requisitos impuestos por la justicia y salir del lugar de detención para volver a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde fijó residencia.
Sosa es el único de los cuatro futbolistas imputados por el abuso sexual a una joven tucumana al que no se le dictó el arresto domiciliario porque la acusación lo considera un participe secundario y no un autor del hecho denunciado.
Con el paso de las horas de ayer, las expectativas de que el arquero de Vélez pudiera quedar libre ese día se fueron diluyendo. Como requisitos para que eso ocurriera, la jueza Eliana Gómez Moreira había exigido que Sosa presente una caución real de $ 50 millones, que fije residencia en su domicilio de Capital Federal, la prohibición de salir del país sin autorización y la prohibición de actos turbatorios contra la denunciante y su entorno. Apenas terminó la audiencia, los familiares del arquero uruguayo, que lo acompañaban en Tribunales, se desahogaron, pero el defensor Ernesto Baaclini aclaró en rueda de prensa que concretar todos los trámites podría demandar unos días más. Tiempo en el que el acusado seguirá alojado en la ex Brigada de Investigaciones.
“Creemos en la justicia. Ahora estoy muy contento. La Justicia tiene que hacer su trabajo y creo que lo hicieron de manera correcta”, indicó Luis Correa, el suegro de Sosa, al ser consultado sobre la resolución.
El hombre reflejaba en su rostro las lágrimas de emoción tras el nerviosismo que vivió con su hija y su familia durante las 11 horas de audiencia. “Fueron horas interminables para toda la familia. Sebastián fue pasando por todo tipo de emociones y sufriendo este momento que no se terminaba nunca”, añadió.
Correa llenó de elogios a su yerno: “cualquiera que conozca a Sebastián sabe que es incapaz de cometer algo como lo que le están acusando. Es un ser humano increíble; solo basta ver todo el apoyo que está recibiendo en redes sociales. Soy su suegro, teóricamente sería un damnificado más y sin embargo estoy acá apoyándolo porque mi yerno es un ser maravilloso”.
Por último, aunque se sabe que en casos así los acusados no son encerrados en celdas comunes sino en lugares donde se les garantice seguridad, Correa explicó que de todas maneras los jugadores no ven la hora de que les otorguen la libertad. “Es una situación complicada; la están pasando mal ahí, pero bueno, había que pasar esta tormenta y por suerte se va comprobando su inocencia”, planteó.
¿Qué es una caución?
En términos simples, la caución real es el ofrecimiento de algunos bienes que los imputados pueden ofrecerle a la Justicia como garantía de que se someterán al proceso. No se trata de un pago, sino de un depósito: si el acusado cumple su promesa puede recuperar esos bienes.
En este caso, se le impuso una caución de $ 50 millones a cada jugador, pero no necesariamente se les exige efectivo; también pueden ofrecer vehículos o propiedades para que sean embargados. Una ventaja de la segunda opción es evitar la devaluación, pero en el caso del uruguayo Sosa ese camino tomaría más tiempo si no tuviera los suficientes bienes registrados en nuestro país. Esa podría ser la razón por la cual, ayer en la mañana, Baaclini hizo la presentación en la Justicia en la que su defendido ofrece hacer el depósito en efectivo. Una vez comprobado el origen de los fondos, la solicitud sería aceptada. Ese trámite podría resolverse hoy, o bien el lunes.