21 Marzo 2024
“Somos la profesión menos valorada”. La declaración se repite pero las protagonistas que la afirman, no se conocen ni tampoco se encuentran en la misma sala. Son docentes. Ese es su único punto en común, además de la necesidad de expresarse sobre algo que las aqueja y preocupa desde hace algunas semanas: lo costoso que se volvió llegar a su lugar de trabajo en tiempo de crisis.
¿Por qué el impacto se sintió con tanta fuerza en el sector? Aquí hay que tener en cuenta un punto importante. La docencia no tan sólo gasta en pasajes, sino también en material para sus alumnos, insumos para las escuelas más necesitadas y muchos otros ítems que parecen invisibles pero están allí.
“Nuestro pedido al Gobierno siempre va más allá del boleto, porque con ello quizás resolvemos los problemas de un sector, pero no a toda la comunidad de educadores”, menciona en diálogo con LA GACETA, Isabel Ruiz, representante gremial del Personal de Enseñanza Media y Superior (Apemys).
Vocación de servicio
“El docente siempre está colaborando con el alumno, con el padre, con todas las necesidades que se tienen”, remarcó Ruiz.
“Tenemos maestros que llevan lapiceras y cuadernos para distribuirles a los chicos, porque hoy la situación está complicada”, dijo la docente.
Agregó: “otros colaboran con los comedores y ayudan con el pago del personal de maestranza porque el Gobierno no designaba en todas las escuelas”.
“Y también está el docente que tiene que limpiar su institución porque no tiene personal”, aclaró la representante del sector.
“Si uno relaciona el incremento salarial con las subas que tuvieron los pasajes o el traslado, hay un desfasaje total”, destacó Ruiz para explicar lo díficil que se volvió para la docencia trabajar en estos días.
“Tenemos docentes que han vuelto a hacer dedo, con el riesgo que esto significa. Algunos que están buscando compañeros para coordinar horarios para trasladarse, y hemos tenido casos de maestros y maestras que tuvieron que renunciar a horas cátedras, con lo difícil que es conseguirlas”, explicó.
Y aunque en materia de transporte, el anuncio del gobernador Osvaldo Jaldo sobre la bonificación del 50% para quienes pagan más de $1500, es un alivio, no llega a ser la solución.
“No todos los desafíos están resueltos, ya que hay lugares a los que no llegan los medios de transporte”, mencionó Ruiz y aclaró que “no solo ocurre en alta montaña, sino también en el sur de la provincia donde hay localidades en las que no llega el transporte o pasa en un horario en el que los docentes ya entraron, y regresa cuando ellos todavía no salieron de clases”.
En primera persona
Para graficar lo que ocurre, LA GACETA entrevistó a cuatro docentes que dejan su localidad de origen para dar clases, y en su cabeza ahora además de actividades didácticas, también hacen cuentas para llegar a fin de mes, mientras analizan qué opciones les quedan.
“Este es mi tercer año como docente; viví las subas del boleto y siempre me vi afectada, pero no como ahora”, comenzó Karina Orellana, licenciada en cine y profesora de talleres artísticos en el sur de la provincia.
“Viajo desde Concepción a Alberdi y el sólo pagar el boleto se lleva casi la mitad de mi sueldo”, comentó.
“Mi economía se vio muy afectada”, remarcó y reconoció: “Desde hace un tiempo ya que estoy en la búsqueda de otro trabajo, y no niego que varias veces dudé de mí continuidad en la escuela porque son pocas horas, aunque no quisiera tener que dejarlo”.
Por su parte, la “seño” de música Carolina Herrera enseña sonidos, ritmos y cultura en dos escuelas que quedan lejos de su hogar en San Miguel de Tucumán. “Me desplazo los lunes hasta Los Agudos, y los miércoles y jueves voy a Arcadia, en Chicligasta”, contó.
“Hoy gasto $114.000 para llegar a mi trabajo”, indicó.
“El último aumento solo nos sirvió en parte para hacer frente al boleto y nada más”, admitió. No contempló ni fotocopias, ni material didáctico, ni nada de lo que se necesita para el dictado de clases.
“Mi principal desafío es tratar de llegar a fin de mes, algo que no pasaría con un sueldo digno de nuestra tarea, con el que podríamos hacer frente a todos los aumentos”, sentenció.
Teresa Suárez, en tanto, es maestra de tecnología, reside en Concepción y tiene su cargo en Colalao del Valle.
“Mi institución educativa no es una escuela albergue, así que en los cerros me veo en la obligación de pagar un hospedaje y eso también suma un gasto más”, dijo sobre otro punto que muchos docentes de alta montaña deben afrontar.
Teresa, para poder compensar su gasto, a veces busca otras alternativas para ahorrar. “Cuando regreso a mi casa me veo en la obligación de hacer dedo desde Amaicha y así con la buena generosidad de las personas que se paran y me acercan o nos acercan, porque algunas veces también nos juntamos varios colegas, llego a mi destino”, relató.
Cambios en el día a día
Claudia Romano es profesora de matemática y directora en Juan Bautista Alberdi. Allí llega luego de media hora de viajar desde “La Perla del Sur”, donde vive.
Ella tiene esperanzas de que la situación mejore, aunque hasta ese momento hizo algunas modificaciones en su día a día.
“Hay dos días que me quedo en la escuela desde la mañana, y antes podía encargar comida, pero a raíz de la crisis que afrontamos, ahora estoy llevando lo que me puede caber en el bolso: huevos o fruta”.
“Creo que todo se va a acomodar”, finaliza la docente, con fe en que todos los pedidos sean escuchados. (Producción periodística: Ariane Armas)
Descuento extra
El anuncio del gobernador
El gobernador Osvaldo Jaldo anunció ayer una medida que establece un descuento del 50% en el costo de los boletos de transporte público para docentes tucumanos, siempre que estos superen los $1.500.
UN PASO. Los viajes más económicos ayudarán a los maestros con la crisis. LA GACETA / FOTO DE ANALIA JARAMILLO
Este descuento se suma al 30% de bonificación que ya tenía el sector en el pasaje y regirá hasta la primera semana de julio cuando inicien las vacaciones de invierno. En referencia al término de la resolución, el jefe del Poder Ejecutivo dijo que en el lapso de julio analizarán cómo está la situación económica. “Veremos cómo impactan las variables macroeconómicas en el bolsillo de la gente y también en las diferentes actividades y, en este caso, en el transporte público del pasajero”, afirmó.
“La bonificación adicional no le cuesta un peso al Estado provincial. Es decir que corre el 100% por cuenta y orden de los empresarios”, remarcó Jaldo, por otra parte.
¿Cómo hacer el trámite?
Los docentes interesados en acceder a este beneficio, deben presentar su constancia de docencia y su DNI al adquirir los boletos en las respectivas empresas de transporte público.
“No hay ningún trámite adicional por hacer”, sentenció el gobernador.
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