El arquero Thibaut Courtois se retiró llorando del entrenamiento de Real Madrid y saltaron todas las alarmas ante el temor de una nueva lesión de gravedad. Y las pruebas posteriores así lo confirmaron: rotura del menisco interno de la rodilla derecha. Este diagnóstico, lo alejaría de las canchas hasta la próxima temporada.
Esta noticia cayó como un baldazo de agua fría para los simpatizantes de Real Madrid y para el arquero belga, después de que en las últimas semanas había admitido que su regreso al equipo en el tramo de decisivo de la temporada era una realidad. Incluso, tenía fecha para su vuelta, algo que confirmó el propio Carlo Ancelotti anunciando que lo esperaban para después de la fecha FIFA.
Courtois había comenzado el entrenamiento con normalidad pero se resintió al poco de iniciar la sesión. El susto fue importante, pero las primeras exploraciones, dentro de la mala noticia, descartaron una lesión como la que sufrió al inicio de la temporada. El menisco de la otra rodilla, la derecha, roto. Aunque aún debe pasar pruebas, pero todo apunta a que deberá pasar por el quirófano para someterse a una limpieza. No es un problema extremadamente grave, pero lo traumático para el jugador es que se dio justo cuando estaba a punto de volver.