El debut en la Copa Argentina será crucial para Atlético Tucumán

La Copa Argentina es uno de los torneos que más obsesiona al hincha de Atlético. En 2017 había quedado a un paso de lograr un título histórico al caer en la final contra River. Y desde entonces, año tras año, la ilusión de la comunidad “decana” es poder pelear ese campeonato diferente, en el que cada partido es una “final”. Sin embargo, en esta edición y debido al complicado momento que atraviesa el club, las expectativas parecen ser distintas.

Atlético no la pasa bien en la Copa de la Liga. Por eso, los dirigidos por Facundo Sava tienen la obligación inmediata de sumar la mayor cantidad de puntos posibles para escaparle a la zona baja de la tabla. Hoy Atlético está último en su zona y penúltimo en la tabla Anual a un punto de la zona de descenso directo. Si bien le quedan 30 partidos por delante para definir qué equipos jugarán la próxima temporada en la Primera Nacional, necesita que esa no sea la pelea que afronten en el tramo final de la temporada.

Son 12 partidos los que lleva sin ganar el “decano”, la misma cantidad de juegos que atravesó sin alegrías entre octubre de 2021 y marzo de 2022, y que significa la peor racha desde que volvió a Primera División. La única diferencia con ese antecedente es la cantidad de goles a favor y en contra. En la primera ocasión, en un tramo que incluyó como entrenadores a Pablo Guiñazú, Martín Anastacio (interino) y Juan Manuel Azconzábal, los de 25 de Mayo y Chile anotaron ocho tanto y recibieron 27; mientras que ahora, también con tres DTs distintos (la dupla Favio Orsi-Sergio Gómez, el interinato de Diego Barrado y Sava), el equipo apenas marcó cuatro tantos y recibió 18.

Es difícil encontrar algo positivo del actual presente de Atlético, y si se compara con antecedentes similares, las conclusiones son incluso peores: la última vez que el “decano” encadenó 13 encuentros sin triunfos fue en el Clausura 2010 que terminó con el descenso a la Primera B Nacional. Un antecedente que, obviamente, no quiere repetir.

Por todo esto y algunos factores más, en el duelo de hoy Atlético tiene mucho por perder y poco por ganar. En primer lugar porque una nueva derrota extendería la racha negativa y agudizaría el mal momento futbolístico (y también institucional) que vive el club. Además, sería justo antes de un parate de poco más de una semana antes del partido ante Independiente; lo que impactaría de lleno en el ánimo de un plantel que ya de por sí está bastante golpeado.

Además, caer ante un equipo de una categoría inferior más allá del gran arranque de temporada que presenta Defensores de Belgrano (lidera la zona B con 17 puntos), también sería doloroso.

¿Por qué poco para ganar? Es cierto, el “decano” necesita imperiosamente una alegría a como dé lugar; pero en los papeles es  ligeramente favorito por la diferencia de categoría. Ganar, para Atlético, significaría cortar la racha adversa (algo para nada menor) y festejar por primera vez en 2024, lo que podría traer alivio y servir como un impulso anímico para lo que viene.

Sin embargo, que el triunfo sea justamente en la Copa Argentina y no en el torneo doméstico, no serviría para tomar aire en el certamen que es una prioridad. Claro que, más allá del análisis que se pueda hacer desde afuera, para Atlético volver a sonreír es una necesidad imperiosa e implicaría un desahogo importante.

Ante rachas adversas como la que atraviesa el “decano”, cualquier pequeña alegría puede magnificarse y tomar un significado mucho más importante de lo que un éxito similar tendría en un contexto más favorable. Es por eso que, aun siendo un partido de primera ronda de un torneo que los dirigidos por Sava no tienen como prioridad inmediata, el choque contra el “dragón” es crucial; para bien o para mal.