La victoria de visitante contra Talleres Remedios de Escalada generó distintas emociones puertas adentro en San Martín de Tucumán. Por un lado, estaba la alegría por el triunfo y por el otro, la preocupación que había provocado la insólita expulsión de Junior Arias. En ese sentido, Diego Flores tuvo un gran desafío en la última semana: encontrar al “9” que se amolde al funcionamiento que viene encontrando el equipo. Con esa premisa, en la previa al partido contra Estudiantes de Buenos Aires todas las miradas estuvieron dirigidas en Gonzalo Klusener.
El delantero había disputado tan solo 85’ de manera oficial desde su llegada al club y todos sus ingresos habían sido desde el banco de suplentes. Claro, sin Mateo Acosta recuperándose de una pubalgia y con Mauro Verón corriendo desde atrás (no viene siendo convocado en los últimos partidos), la puja estuvo entre Nicolás Moreno y Klusener.
Así, Flores apostó por la experiencia para un partido crucial. Con el resultado del homónimo sanjuanino sentenciado (perdió con Quilmes), el “santo” tenía la posibilidad de alcanzar la cima.
La presentación del experimentado goleador en el “11” titular fue aceptable y no desentonó. Cuando no le llegaba la pelota, bajaba para colaborar en la mitad de la cancha, incluso recibió sus primeros aplausos con la “rojiblanca”. Tras conectar una serie de pases por la izquierda con Nahuel Banegas y Diego Mastrángelo, el hincha “santo” valoró la entrega de aportar en distintos sectores de la cancha.
“Para la gente que cuestiona la edad, me preparo y me cuido, soy competitivo. Que me sigan exigiendo que me van a hacer mejorar”, había declarado Klusener pos amistosos de pretemporada.
Minutos después, Klusener hizo rápido un lateral y vio habilitado a Lautaro Fedele, que no resolvió con precisión. Le ganó todas las divididas de arriba a Jorge Benítez y dio un pase de gol a Juan Cuevas, que el línea anuló por una supuesta posición adelantada.
“Los 50 minutos que jugó fueron buenos. Bajó muchas pelotas, colaboró y generó una situación de gol con un saque lateral. Es un jugador que está muy atento, con mucha experiencia”, explicó Flores sobre su centrodelantero.
Claro, en el complemento sintió una molestia y por el cansancio propio de la inactividad, se decidió resguardarlo. Antes de que Gonzalo Rodríguez ingresara en su lugar, el experimentado atacante de Misiones se trasladó al banco de suplentes y con el resultado a su favor, aprovechó el momento para tomarse “selfies” con los fanáticos, que empiezan a disfrutar de los protagonistas.
A pesar de que Rodríguez quedó como único centrodelantero y casi marca, Flores cambió las piezas y mandó a la cancha a un nueve natural: “Chuny” Moreno.
El delantero surgido de las inferiores, que había tenido su debut y primer gol en plena pandemia contra Quilmes, salió a disputar el partido “enchufado” y sólo le bastaron seis minutos para convertir su segundo gol de manera oficial con la camiseta de San Martín.
“Es algo que venía trabajando hace años. Me tocaron altas y bajas; ahora quiero aprovechar al máximo trabajando día a día. Metí un gol en pandemia pero no es lo mismo que con la cancha llena”, explicó “Chuny”, quien no podía ocultar su sonrisa y su nerviosismo en la conferencia de prensa posterior al partido.
El atacante de 23 años, que había marcado en la semana durante un amistoso contra Sportivo Guzmán, estuvo donde los goleadores deben estar.
Con ese panorama, había perdido terreno a principios de 2022 y llegó a sumar algunos minutos con la dupla técnica de Alexis Ferrero-Ariel Martos y volvió a aparecer en escena al demostrar una vez más que cuando el equipo está en sintonía, los nombres dejan de tener tanta importancia.
Klusener, Rodríguez o Moreno, todos aportaron lo suyo para una victoria importante de cara a la seguidilla de partidos que se vienen.
¿Y Arias? No quedan dudas que con estos rendimientos, Flores tendrá un “lindo” problema en la semana. Los delanteros cumplen y estará en el técnico tomar la decisión correcta.
El DT prefiere tirarle flores a sus dirigidos. “Al equipo lo arman los jugadores con sus rendimientos; no tanto los entrenadores con sus ideas”, sentenció tras comprobar que lo que parecía ser un problema, terminó siendo una solución.