Concluido el receso por las vacaciones todos comenzamos a retomar las actividades habituales, entre ellas, la actividad física. Por eso, el Comité de Cardiología del Ejercicio de la Federación Argentina de Cardiología (FAC) desarrolló ciertas recomendaciones tanto para aquellos que retoman los ejercicios como para los que están pensando en comenzar estas prácticas.
La actividad física trae notables beneficios al sistema cardiovascular, ya que mantenien su calidad funcional, posterga y muchas veces previene la aparición de complicaciones tan temidas como el infarto o el accidente cerebrovascular (ACV), y hasta puede evitar en algunos casos la devastadora muerte súbita.
El doctor Roque González, cardiólogo y miembro del comité, destacó la importancia de una evaluación cardiovascular previa a la participación deportiva. “Es una estrategia médica diagnóstica cuyo principal objetivo es detectar anomalías cardiovasculares asociadas con aumento del riesgo, con la intención de actuar estratégicamente para evitar un desenlace trágico y orientar al paciente hacia un estilo de vida favorable para su salud”, explica el doctor González.
La presidenta del comité, Natacha González, señala que estos exámenes de salud deben ser realizados por un médico, en lo posible un cardiólogo con orientación en deporte, y debe incluir un interrogatorio orientado a la búsqueda de factores de riesgo cardiovasculares, su estratificación y la detección de patologías predisponentes a la muerte súbita. “También se debe explorar antecedentes familiares, personales, y hacer un examen físico completo. En Argentina, además, se sugiere un electrocardiograma”, destaca.
Con esta primera evaluación, el médico puede determinar, en base a los hallazgos, el riesgo establecido, el tipo de deporte a practicar, si es necesaria la realización de otros estudios que brindan mayor información como un ecocardiograma, ergometría, entre otros.
Juan Pablo Ricart, médico cardiólogo y miembro del comité, puntualiza que estos chequeos dependerán de la edad del participante y del tipo de práctica, con sus variables de intensidad y duración específicas. En las etapas tempranas, y relacionado con la maduración en la salud, se sugiere una evaluación previa y una posterior a los 14 años, y a partir de la inclusión del deportista en competencias de mayor exigencia, es conveniente realizar los chequeos con mayor frecuencia.
Una atención especial merece el deportista mayor de 35 años, al que se le recomienda controles anuales por el incremento de intensidad en el deporte practicado y su riesgo cardiovascular en aumento por la mayor prevalencia de manifestaciones de este origen a partir de dicha frontera etaria.
Durante el ejercicio
“Ya en la práctica deportiva propiamente dicha, es de vital importancia reconocer la presencia de algunos síntomas fundamentales como dolor de pecho, falta de aire que no se corresponda con el esfuerzo que se está realizando, palpitaciones, mareos, pérdida de conocimiento, dificultad para retomar un estado de recuperación, todos síntomas que pueden estar siendo manifestación, de una posible complicación cardiovascular presente o futura”, resume el doctor González.
Finalmente, como forma de complementar el cuidado de la salud y brindar seguridad a las personas, el doctor Ricart expresa como una buena práctica que los gimnasios o clubes de mayor concurrencia deberían contar con un desfibrilador automático y personal capacitado en RCP ya que asistir a una persona que tuvo un paro cardiorrespiratorio en los primeros minutos en que sucede este evento es la mejor estrategia para salvar esa vida.
Cabe recordar que en el caso de los establecimientos a los que asistan más de 1.000 personas por día, se recomienda tener un desfibrilador.
El doctor Ricart recuerda, además, las acciones que se desarrollan anualmente desde la FAC para capacitar a más personas en las maniobras de RCP. “Bajo la idea de ‘Salvá una vida con tus manos’ desarrollamos un curso en video específico en RCP que está al alcance de todos de forma gratuita en nuestra web de Comunidad”, cierra Ricart.
Teniendo en cuenta los beneficios que trae la actividad física, no solamente a la salud sino también en el aspecto psicosocial, desde la FAC se trabaja intensamente para generar conciencia sobre la importancia de contar con el chequeo predeportivo, el acompañamiento médico y nutricional para prevenir complicaciones futuras.