15 Marzo 2024
Esta planta es una de las más utilizadas alrededor del mundo en la medicina no tradicional por sus reconocidas propiedades para aliviar los síntomas de diversas enfermedades. Aunque es más común consumirla a través de un té, también se pueden aprovechar sus beneficios a través de aceites esenciales y baños terapéuticos.
La salvia es un arbusto aromático que suele medir entre los 20 y 70 centímetros. Puede ser reconocida por su tallo rígido y hojas de color verde azulado. Produce flores púrpuras/violetas y suele crecer en entornos sumamente secos. Sin embargo, también se cultiva en huertos, parques y jardines.
Las propiedades medicinales del té de salvia
Esta planta es conocida por sus beneficios antisépticos, antivirales, antiinflamatorios, antioxidantes, digestivos y aromatizantes. Suele ser utilizada para tratar los trastornos digestivos y reducir el nivel de glucosa. Además, su gran aporte de antioxidantes fomenta la conservación del organismo, potencia la memoria y la concentración. La salvia también incrementa la salud cognitiva de las mujeres.
El portal “Ecología Verde” señaló que su consumo trae los siguientes beneficios: aliviar trastornos digestivos, reducir el dolor de muelas, tratar desórdenes hormonales, reducir la glucosa en la sangre, blanquear los dientes, estimular la segregación de bilis, abre el apetito y reduce la sudoración nocturna.
¿Cómo preparar el té de salvia para aprovechar sus nutrientes?
Si bien las infusiones no reemplazan los tratamientos médicos tradicionales, el té de salvia tiene gran capacidad para aliviar procesos y síntomas incómodos en el organismo.
Para preparar este té debes seguir los siguientes pasos: primero compra o recolecta las hojas, pon a hervir agua en una olla grande. Luego agrega las hojas cuando esté al punto de ebullición, deja cocinar por 15 minutos y una vez pasado el tiempo déjalas reposar al menos 10 minutos. Por último sirve la infusión.
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