En primer lugar, es fundamental destacar las altas propiedades nutritivas que ofrece el huevo. Este alimento es una excelente fuente de proteínas, vitaminas, minerales y aminoácidos esenciales, lo que lo convierte en un componente clave de una dieta equilibrada.
¿Cómo saber si un huevo está en buen estado?
Existen indicadores visuales que nos brindan pistas importantes:
La cáscara: Debe estar limpia, sin grietas y con un color uniforme.
La clara: Debe ser transparente, sin manchas, con una consistencia gelatinosa y libre de cualquier material extraño.
La yema: Idealmente, debe ser redonda y protuberante. Si al rotar el huevo la yema se mantiene en el centro, es un indicio de frescura. Si se desplaza hacia los lados, el huevo podría no estar fresco.
Además de estos métodos visuales, existe un truco con agua que puede proporcionar una evaluación rápida del estado del huevo:
Truco del agua para saber si un huevo esta en buen estado
Coloca el huevo en un recipiente transparente con agua. Los resultados son los siguientes:
Si el huevo se hunde rápidamente y queda en el fondo de forma horizontal, está fresco.
Si el huevo se hunde más lentamente y queda inclinado o de pie, aún es apto para el consumo, aunque puede estar menos fresco.
Si el huevo flota levemente en la superficie, está en mal estado y no debe consumirse.
Conservación de los huevos
Es importante tener en cuenta también la información proporcionada por especialistas en cuanto al tiempo de almacenamiento y consumo de huevos. Desde la semana 3 de ser puestos por la gallina, los huevos deberían retirarse de la venta, mientras que su fecha de caducidad es aproximadamente a la semana 4, momento en el que comienzan a perder propiedades organolépticas. A partir de la semana 6, se recomienda tener precaución en su consumo.