El manual de los países más longevos del mundo para vivir una vida plena y de calidad

Vivir cada día a pleno es el norte y la aspiración de muchas personas. Muchas veces las vicisitudes de la vida nos distraen de este objetivo y nos llevan a situaciones abrumadoras y estresantes. Existen países donde sus habitantes definen sus propósitos y encuentran las maneras de no separarse de ellos. Estas naciones tienen como propósito vivir una vida de calidad y rebosante de bienestar, terminando por considerarse los países más longevos del mundo.

En estos países donde la longevidad es un atributo intrínseco, la calidad de vida es la etiqueta principal de su día a día. Más allá de vivir muchos años, en estas regiones del mundo, lo verdaderamente fundamental de sus propósitos es que el tiempo en su condición sea disfrutable y se trate de una vida en la que pueda gozarse de salud, tanto física como mental, así como de propósitos claros y necesidades satisfechas.

Las “zonas azules” como Loma Linda en Estados Unidos, Nicoya en Costa Rica, Cerdeña en Italia, Ikaria en Grecia y Okinawa en Japón, son consideradas como las naciones con mayor esperanza de vida, donde viven su día a día plenamente y se habita de manera activa, sin limitaciones físicas o cognitivas significativas.

La guía definitiva de los países más longevos del mundo para vivir una vida plena y prolongada

- Dan Buettner, CEO de Blue Zones y autor de "Blue Zones: Lessons From the World's Longest Lived"  puso en el centro de la escena los nueve principios fundamentales que estas comunidades siguen rigurosamente para transitar una vida plena, estableciendo así una guía para aquellos que desean en su vida plenitud, tranquilidad y disfrute en su día a día y así alargar su tiempo de vida en la Tierra.

- Movete de forma natural: hacer ejercicio en el gimnasio o participar en deportes son excelentes para mantenerse en forma. Sin embargo, en estas ciudades, la noción de "vida activa" va más allá: implica que las actividades diarias incorporen movimiento de alguna manera. En lugar de optar por un estilo de vida sedentario, se fomenta la adopción de hábitos más dinámicos. Por ejemplo, en lugar de depender exclusivamente del auto, se alienta a explorar opciones que involucren caminar más o usar más bicicletas.

- Establecé un objetivo de vida: en Okinawa, el concepto de Ikigai y en Nicoya, el Plan de Vida, son términos que comparten el significado de tener un propósito significativo. No necesariamente deben ser objetivos profundos y ambiciosos, simplemente encontrar aquello que te mueve por dentro como el deseo de formar una familia o lograr independencia, lo importante es tener claro qué te impulsa a levantarte cada mañana. En esencia, conocer tu Ikigai implica tener un motivo claro y significativo que dé sentido a tu existencia diaria.

- Controlá el estrés: el estrés es uno de los mayores obstáculos para lograr una vida plena, desencadenando una serie de problemas que resaltan la importancia de la salud mental y en qué medida pueden afectar nuestra salud física. Por ende, si deseás una vida prolongada es importante identificar los momentos de estrés para que no se hagan una constante en tu vida.

- Seguí la regla del 80%: una sabia regla japonesa para promover la longevidad es detenerse cuando sentimos que ya casi estamos llenos en el estómago. Cuando creemos alcanzar el 80% de la capacidad de nuestro vientre, es importante parar. La sensación de saciedad no se activa de inmediato, ya que el proceso de digestión necesita su tiempo. Es probable que cuando tu cerebro finalmente registre que estás lleno, ya hayas consumido más de lo necesario si no te tenés a tiempo.

- Unite a una comunidad espiritual:  adoptar un estilo de vida saludable va más allá de simplemente proporcionar a tu cuerpo los nutrientes necesarios y ejercitarte regularmente; también implica nutrir tu bienestar espiritual.  Al menos eso es lo que afirman los gurús más longevos, respaldados por la idea de que participar en eventos espirituales hasta cuatro veces al mes puede ayudarte a tener un bienestar emocional.

- Priorizá a tus seres queridos:  la unidad familiar es ese pilar imprescindible en una vida de calidad, es el componente vital para la longevidad. Más allá de ser una parte innata de la experiencia humana, el núcleo familiar proporciona un nutriente emocional clave, repleto de sentimientos gratificantes que estimulan la motivación para vivir.

- Dale importancia a tu vida social: establecer conexiones con otras personas es una parte fundamental de nuestras vidas. Somos seres sociales y necesitamos de un otro que tanto nos escuche, nos apoye, nos sustente en los problemas y nos anime en las desesperanzas. Muchas veces podemos encontrarnos atrapados en nuestras rutinas y responsabilidades y olvidamos que los lazos y el compartir son aspectos de igual requerimiento de importancia.