Hay dos datos confirmados por el momento. El primero es que el lunes la víctima será entrevistada por Cámara Gesell. El otro, que la fiscala Eugenia María Posse ordenó que los cuatro jugadores de Vélez no salgan del país por su situación procesal, más que nada porque uno es uruguayo y otro, paraguayo. Lo último es que al menos un defensor anunció que presentaría testimonios de personas que podrían desacreditar la versión de la víctima.
Contacto con Sosa
En el expediente consta que la joven se contactó con el arquero Sebastián Sosa para encontrarse en el hotel Hilton, donde el equipo se concentraba. Luego de comprar una botella de fernet con el dinero que le habría transferido el futbolista, ingresó por un acceso lateral, sin que lo advirtieran los controles y llegó hasta la habitación donde se encontraban los compañeros del club Abiel Osorio, José Florentín Bobadilla y Braian Cufré.
La joven aseguró, según las primeras versiones que trascendieron, que sospechaba que le habrían colocado algún tipo de droga en la bebida y fue abusada.
Sin embargo, en las últimas horas trascendieron otros detalles. Sosa se habría quedado dormido y no abusó de la víctima, incluso se habría preocupado en saber si había llegado a su casa en condiciones con el dinero que sus compañeros le habrían dejado para que tomara un Uber.
La situación es más complicada para Cufré, Osorio y Florentín Bobadilla. Los habría señalado a los tres, pero habría estado más preocupada por la conducta del último de los futbolistas mencionados. Hasta finalizada la conversación de aquella noche, solo se refería a este último.
Espera hasta el lunes
Esa sería la razón por la que la fiscala decidió acusar a Sosa de partícipe secundario y a sus compañeros de equipo de abuso sexual agravado por haber participados más de dos personas. Todas las dudas podrían ser despejadas el lunes, cuando se desarrolle la Cámara Gesell, siempre y cuando un profesional sostenga que la joven esté en condiciones de hacerlo.
Ese acto procesal, clave en una causa de abuso sexual, estarán presentes los acusados y sus defensores, al igual que la querellante Patricia Neme.
Buscarían desacreditar la versión de la joven
Los defensores Ernesto Baaclini (Sosa), José María Molina (Cufré y Osorio), Camilo Atim y María Florencia Abdala (Florentín Bobadilla) ya comenzaron a moverse. El código procesal penal los habilita a producir pruebas para defender a sus pupilos. Incluso, según trascendió, en las últimas horas algunos de ellos se habrían reunido con la fiscala para adelantarle algunas de las evidencias que están procesando.
Los imputados aportarían los celulares para evitar cualquier entorpecimiento.
Otra prueba serían las entrevistas a personas con la que buscarían desacreditar la versión de la joven. Habrían solicitado que se aplique la figura de testigo de identidad reservada. “El problema es que son temas muy delicados y saben que pueden sufrir una serie de cuestionamientos públicos que podrían inclusive arruinar su carrera”, explicó una fuente a LA GACETA.
Los nombres de los testigos, en secreto
Los nombres de estos testigos se mantendrán en secreto hasta el juicio, donde sí deben revelarse sus identidades. Los defensores estiman que con sus dichos, la causa no llegaría a esa instancia.