“Bussi, Sánchez y Campero están entre la Clorosis y la Histeria política, solo así se puede entender sus dichos por el diálogo entre Alfaro y Jaldo”, dijo Enrique Romero, ex secretario de tránsito de la municipalidad de San Miguel de Tucumán.
“Es que la clorosis es una dolencia que afecta a las plantas, y produce reducción de clorofila, por lo que tienden a cambiar su color original, entre otras causas porque sus raíces de estos tres jugadores están dañadas o insuficientemente desarrolladas, por lo que no saben que son”, dijo.
Y añadió: “A este síntoma le tenemos que sumar la Histeria Política. Están neuróticos y padecen de un conflicto psíquico que encuentra su principio en la etapa de infantilidad política que viven, y que le causan un intenso sufrimiento en su vida diaria, con una serie de características propias de un trastorno de personalidad”.
Romero enfatizó que estos políticos no entienden que el diálogo y la negociación política son recursos fundamentales para la democracia, y que es una herramienta que soluciona conflictos de la sociedad.
“El diálogo entre Alfaro y Jaldo, resulta fundamental para el manejo de la crisis económica nacional, inflación, pobreza y del saqueo económico financiero que dejó Manzur como herencia”, afirmó y acotó que ante la crisis Nacional “hay que hacer un scrum sobre Jaldo para proteger a Tucumán, y estar preparados para conducir el posible desorden y caos social”.
“Diálogo y Negociación política trascienden las ciegas posiciones doctrinales, sin dualidades maniqueas, y consigue acuerdos para el bien común del ciudadano, sobre todo cuando existe un sin número de partidos y tendencias ideológicas, marcadas por la inestabilidad política y democrática”, concluyó.
También sostuvo que Bussi, Sánchez y Campero deben tener presente que las voluntades individuales no tienen la misma fuerza que las voluntades colectivas, y que al perseguir un objetivo social debemos considerar el panorama total y tener una amplia visión de las necesidades, los tiempos y los intereses de las personas que se encuentran atadas a la toma de decisiones.
“La democracia no es solo elecciones populares, debemos agregarle la capacidad que deben tener los diferentes políticos para negociar y conseguir acuerdos que permitan a la ciudadanía lograr satisfacer sus necesidades elementales con un enfrentamiento de intereses de mínimas escalas y sobresaliendo el bienestar común”, dijo.
Y finalizó: “Este trío está más confundido que tubos de GNC en una Ferrari”.