Avanza la semana de entrenamientos en Atlético Tucumán, mientras en los hinchas aumenta la expectativa por el partido del sábado, ante Independiente Rivadavia. Tanto los jugadores como los fanáticos advierten que el juego será tomado como una final anticipada.
Esta clase de partidos -si se diera en la etapa final de la temporada- podría ser catalogado como de “seis puntos”, teniendo en cuenta las realidades de ambos equipos. Mientras que Independiente Rivadavia perdió los últimos siete partidos, Atlético no ganó en lo que va del torneo; por lo que ambos están realizando una floja campaña, que hasta podrían ser consideradas como de descenso.
El mal momento futbolístico del “decano” a nivel individual y colectivo es evidente, de todas maneras, no hay dudas que estadísticamente el equipo merece tener más puntos que los que cosechados hasta el momento. Y ahí empieza a jugar un papel importante: el psicológico. Porque los resultados positivos no llegan ni aun cuando el equipo hace las cosas mejor que su rival, lo que deriva en que el nerviosismo y la desesperación obliguen a tomar malas decisiones dentro del campo de juego.
La paciencia de los hinchas está al borde del colapso. Ya hubo manifestaciones luego de los partidos ante Banfield y Vélez, en tanto que tras el 4-1 en Córdoba, hubo algunas amenazas en las redes sociales que apuntaron contra de la comisión directiva y los jugadores, es por eso que se intensificó la seguridad en el complejo José Salmoiraghi cada vez que se entrena el plantel profesional.
Esta mañana, por segundo día consecutivo el plantel se entrenó bajo la observación de gran parte de directivos. El entrenamiento comenzó alrededor de las 9.00 en tanto que los directivos fueron llegando en sus autos particulares y estuvieron reunidos por espacio de una hora. Mario Leito (presidente), Ignacio Golobisky y Gonzalo Carrillo Leito (vicepresidentes), en tanto que Mario Ávila y Miguel Dulor fueron otros directivos que estuvieron presentes, dialogaron entre ellos, hablaron con empleados del club y apenas si saludaron al cuerpo técnico y jugadores que trabajaron en la cancha principal del predio.
El dato de color de la jornada tuvo que ver con la llegada de una unidad de abastecimiento de los Bomberos de Yerba Buena, que debieron socorrer a los “decanos”, que sufrieron una falla en la bomba de agua. “Lo solucionamos rápidamente para que los jugadores se puedan bañar, mañana ya estará todo funcionando a la perfección nuevamente”, explicaron las autoridades del complejo Ojo de Agua.
No hubo contacto con la prensa, por segundo día consecutivo. “Es pedido del cuerpo técnico”, se limitaron a explicar en el ingreso al predio. La mayoría de los futbolistas y directivos abandonaron el predio saludando desde el interior del vehículo y ninguno atendió los requerimientos de la prensa. El plantel se volverá a entrenar mañana por la mañana (todavía sin horario a definir), en tanto que los directivos tendrán esta tarde una reunión con parte de las agrupaciones de la oposición, para escuchar propuestas y analizar los pasos a seguir.
Para salir del crítico presente es necesario tener máxima concentración y así lo entiende el cuerpo técnico, que decidió que las prácticas se desarrollen a puertas cerradas, aunque algunas medidas parecen exageradas, de hecho ayer los habituales suplentes jugaron un partido amistoso con un combinado liguista de Atlético y el cuerpo técnico del equipo que participará en la Liga Tucumana, no pudo observar el ensayo.