12 Marzo 2024
El secreto de cómo tomar el té de jengibre para bajar el colesterol
El jengibre, una raíz originaria de Asia, ganó popularidad no sólo en la cocina, sino también en el ámbito de la medicina natural debido a sus múltiples beneficios para la salud, entre ellos, su capacidad para reducir los niveles de colesterol.
El té de jengibre es una opción altamente recomendada para aquellos que buscan manejar sus niveles de colesterol de forma natural y efectiva.
Los beneficios del jengibre para la salud
Varios estudios, citados por Healthline, respaldan la capacidad del jengibre para reducir los marcadores de colesterol, especialmente cuando se consume en forma de polvo.
Consumir tres gramos de polvo de jengibre al día puede ayudar a mejorar los niveles de colesterol en el organismo.
Según expertos y como describe Clarín, combinar el té de jengibre con jugo de limón fresco puede potenciar sus efectos para reducir el colesterol.
Tanto el jengibre como el limón son conocidos por sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, lo que los convierte en una poderosa combinación para mejorar la salud cardiovascular.
Cómo preparar el té de jengibre para obtener sus beneficios
La preparación del té de jengibre es sencilla y puede adaptarse a las preferencias individuales. Se sugieren varias opciones:
Hervir 180 mililitros de agua y agregar de dos a tres centímetros de jengibre rallado fresco. Se puede optar por hervir un litro de agua y agregar una cucharada de jengibre en polvo si se prefiere.
Pelar y cortar algunas rodajas de jengibre fresco y dejar hervir en agua. Una vez reposado, se cuela y se refresca para agregar el jugo de limón exprimido.
Otros beneficios del jengibre
Además de sus efectos en la reducción del colesterol, el jengibre ofrece una serie de otros beneficios para la salud, como aliviar enfermedades respiratorias como el asma y la bronquitis, mejorar la digestión y aliviar dolores menstruales.
Es importante recordar que el consumo de jengibre puede no ser adecuado para todas las personas. Aquellos que sufren de hipertensión, están embarazadas o en período de lactancia deben evitar su consumo sin consultar a un médico. Antes de incorporar cualquier remedio casero a la rutina diaria, siempre es recomendable buscar la orientación de un profesional de la salud para garantizar su seguridad y efectividad.
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