Graciela Chávez: “El género del microrrelato está creciendo en Salta”

Graciela Chávez: “El género del microrrelato está creciendo en Salta”

Entrevista a la escritora y docente salteña, ganadora del Concurso Literario Provincial de Salta 2024 en categoría microrrelato con su libro “Recortes y vida”, publicado por el Fondo Editorial de Salta.

Graciela Chávez: “El género del microrrelato está creciendo en Salta”
11 Marzo 2024

Por Mario Flores

Graciela Chávez, docente y narradora, forma parte de Micrósfera, un grupo compuesto por seis autoras de Salta cuyo objetivo es la producción y difusión del género microrrelato. Junto a Raquel Guzmán, Maira Rivainera, Lía Comitini, Claudia Villafañe Correa y María Belén Alemán, publicó relatos breves en fanzines de distribución gratuita (“De animales, monstruos y otras deformaciones”, “De cuerpos y otras mutaciones”, “De mujeres, arte y artificios”, entre otros) que circularon en bares, ciclos de lectura y demás espacios del underground literario regional. Además, participa en las antologías “Versos hogareños en tiempo de cuarentena” (Esperanta Revista Digital, 2020) y “De fugas y confluencias” (Macedonia Ediciones, 2022). Pero es en 2023 que, con las categorías rotativas del Concurso Literario Provincial de Salta, que ubicaron -por primera vez- al género microrrelato en sus bases, Chávez logró el Primer Premio en esta última edición. Su libro, “Recortes y vida”, compuesto por veinte textos, presenta escenas cargadas de una cotidianeidad caótica y a veces contradictoria, donde sus personajes (tímidos que viven a escondidas, mujeres violentadas, héroes sin poderes, pero también amantes desaforados y doppelgangers misteriosos) encuentran en el núcleo diverso del drama una forma de habitar las páginas. La narrativa de Graciela Chávez, docente de nivel primario además de ser Profesora en Psicología y Diplomada en Literatura Infantil, avanza entre la polifonía de sus personajes que preguntan, testifican y sueñan, y el silencio de las resoluciones impactantes: donde el formato obliga a prescindir de descripciones pintorescas, aflora un cambio de velocidad que en “Recortes y vida” deja en evidencia una lectura meticulosa.

En los veinte microrrelatos de "Recortes y vida" hay vidas cotidianas enfrentadas con la muerte y lo desconocido, pero también con las decisiones personales y el paso del tiempo. ¿Cómo se construye en la brevedad de este formato el universo de los personajes?

Esa tal vez es la magia, la complejidad y lo particular de los microrrelatos, está todo condensado en pocas palabras. Gran parte depende de la buena elección de las mismas así como de lo que construye el lector en plena interacción. Para mí, en particular, ha sido una práctica de varios años. Pertenezco al grupo Micrósfera, integrado por escritoras de vasta trayectoria. Con ellas aprendo siempre y agradezco la generosidad de sus enseñanzas. Me nutrí de la dinámica que como grupo nos propusimos ya que nos llevó a escribir de cualquier tema y a pulir el género con lecturas de borradores en forma grupal, brindando sugerencias, haciendo correcciones y definiendo de forma más precisa el estilo.

¿Cómo fue el proceso de escritura de estos textos y de qué modo seleccionó los que integran este volumen?

Cuando supe del concurso me propuse escribir todos microrrelatos nuevos y así comencé. En general parto de algo que observé, de un comentario, una lectura, etc. A veces, una situación en la calle me conmueve y empiezo a completar esa imagen con una historia, pero debe ser breve, con un final contundente, absteniéndome de adjetivos o redundancias y un título que no sugiera, sino que pueda ser el que complete el sentido del texto. En la selección final se integraron nuevos y algunos viejos microrrelatos. No hice que giraran alrededor de una temática específica. De ahí el título, en algunos casos relatan una situación de quiebre, un recorte, pero en otros el microrrelato resume la vida entera de un personaje y su esencia.

La edición del Fondo Editorial de Salta, además de "Recortes y vida", incluye al 2do y 3er premio en esta categoría. ¿En qué estado se encuentra el género microrrelato en Salta y qué tiene para decirnos?

En relación a la edición, me parece maravillosa, estoy junto a escritores totalmente reconocidos y premiados: Lucrecia Coscio y Mario Flores. Sobre el género del microrrelato, considero que está creciendo en Salta de modo notable. Existe interés y participación en cada evento que lo tenga como protagonista. Si bien es un género que existe hace tiempo, no estaba probablemente visibilizado. Hay autores de la talla de Cortázar o Borges que escribían microrrelatos aunque ellos los denominaban cuentos breves. De allí a representantes actuales en toda la Argentina. Creo que el microrrelato goza de buena salud y con excelentes posibilidades de más.

Sobre el proceso de edición, ¿hubo cambios, correcciones o diálogos con respecto al acabado final? ¿Cuál es la importancia de participar en los certámenes provinciales?

En la edición participó la Secretaría de Cultura a través de Paula Bertini quien sugirió algunas correcciones, muy acertadas y oportunas. Algunos intercambios de mails sobre detalles de la impresión final y no mucho más. La participación en concursos siempre es una ilusión, una posibilidad en la que los autores, nuevos o con años en el oficio, se entusiasman. Abre el juego para todos y eso es saludable para incentivar la escritura.

¿Qué lectura haces de la escena literaria actual en Salta y el NOA?

Probablemente no soy la persona más idónea para hablar del tema, pero sí percibo que hay un movimiento constante, convocatorias, eventos, muestras, intervenciones, etc. Considero que, si bien es en gran medida función del Estado promover la cultura en todas sus expresiones, los grupos, asociaciones y gente inquieta de la cultura pueden aportar mucho a que esa energía redunde en un crecimiento. La palabra circulando, creando, construyendo, protestando, es expresión de lo que somos y en cada barrio deberían existir lugares donde se habilite la palabra. De allí se nutre la esencia expresiva del ciudadano común y, por qué no, también da pie a lo literario. En ese sentido, más allá de lo institucional, valioso y necesario, creo en lo espontáneo y apasionado de gestores culturales que hacen cosas hermosas. Yo soy quizás el resultado de esas iniciativas, donde encontré efectivamente el apoyo para hacer crecer mi palabra y que hoy esté recibiendo el premio de ver mis textos en un libro.

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