Mientras los hinchas de Atlético exigen respuestas, el plantel debe hacer una profunda autocrítica

La sombra de la derrota persigue a Atlético Tucumán que, con 10 partidos jugados en la Copa de la Liga, aún no ha logrado saborear la victoria. Jugadores y cuerpo técnico, cada uno con sus métodos, se enfrentan a esa realidad negativa que exige de respuestas inmediatas.

Con la frustración a flor de piel, el “decano” llegó en la mañana de hoy a nuestra provincia luego de extender la sequía de triunfos que se hizo más evidente ayer, cuando sucumbió ante Talleres con un contundente 1-4. Las declaraciones de los futbolistas en la zona mixta del Mario Kempes reflejaron un sentir de urgencia y de responsabilidad.

A pesar de cortar la racha negativa sin hacer goles, en el seno del plantel reconocen la magnitud del desafío que tienen por delante. "Era importante convertir, sí; pero también hay que hacer mucha autocrítica. Hay rendimientos individuales muy bajos, nos convierten y nos cuesta recuperarnos. Debemos hacernos cargo de esta situación", enfatizó Marcelo Estigarribia, asumiendo la complejidad del desafío.

La autocrítica fue el común denominador en las palabras de los tres futbolistas que accedieron a brindarle declaraciones a la prensa. "Nos falta actitud, concentración… Fue un partido para el olvido. Comenzamos con un gol en contra por entrar dormidos. Tenemos que mejorar eso y estar más fuertes de la cabeza", admitió el delantero, que todavía no pudo anotar en el torneo a pesar que fue titular en nueve de los 10 partidos. La búsqueda de soluciones se convierte en un imperativo y la introspección en los errores es un primer paso necesario.

Cuando “Chelo” habla de “hacerse cargo” claramente se refiere a lo que sucede dentro de la cancha. Sin embargo, también los jugadores deberían empezar a tener un diálogo más fluido con los hinchas, o como se dice en la jerga futbolística: “dar la cara”. Claro, algunas cosas que pasan en la cancha sean inexplicables, deberían admitir errores y prometer (aunque después no lo puedan cumplir) una mejora actitudinal y deportiva.

Por la vía que sea, si no lo hacen con la prensa porque consideran injustas algunas cosas que se dicen, podrían utilizar otros medios alternativos, como por ejemplo las redes sociales. Por lo menos, para tratar de empatizar con los fanáticos que cada día se muestran más molestos.

Otros de los que también intentó acercarse a los jugadores fue el capitán y referente Guillermo Acosta, que fue reemplazado en el entretiempo del partido contra la “T”. "La estamos pasando mal, perdemos en todos lados; nos duele el momento. Hablamos mucho en el vestuario, sabemos que la situación no da para más y nos hacemos cargo de lo que pasa dentro de la cancha", dijo.

Ese reconocimiento de la adversidad debe transformarse de manera urgente en el compromiso de revertir la situación. "Creo que en la cancha se nota que queremos mejorar, pero el resultado no se nos da. Tenemos que seguir trabajando, la estamos pasando muy mal. Yo me hago cargo de todo", sentenció señalando con franqueza la necesidad de un cambio.

El análisis de la última derrota revela una mezcla de frustración y descontento, que ni siquiera pudo ser maquillada con el gol a favor convertido tras 772 minutos. "La verdad que fuimos superados. Tuvimos situaciones, pero cuando venís en estas rachas se hace todo cuesta arriba. Tenemos que mejorar rápido, de nada sirve el gol si no es para que el equipo sume ", apuntó Justo Giani, visiblemente fastidioso a pesar que fue uno de los puntos altos del equipo.

La defensa del DT

“No puede proponer jugarle de igual a igual a Talleres”. Palabras más, palabras menos, ese fue el mensaje que más se leyó en las redes sociales tras el 1-4. La postura del equipo, en relación a la que tenía el de la dupla técnica, cambió radicalmente, pero es algo que Facundo Sava había avisado apenas pisó suelo tucumano. “Quiero un equipo valiente, que busque ganar en todas las canchas”, había dicho, y el domingo comenzó a demostrarlo porque, al parecer, el entrenador está dispuesto a sacar al equipo de las malas con su método.

“Cuando analizamos los videos, vimos que a ellos se los podía atacar a espaldas de Sosa, por el sector izquierdo de su defensa. Entonces pusimos a Joaquín (Pereyra) para que lastime por ese lado y por momentos sucedió”, aseguró el entrenador, pero a la luz de los hechos, ubicarlo a Pereyra como volante por derecha quizás haya sido su primer gran error desde que asumió en el “decano”.

Ramón Sosa se hizo un festival por ese andarivel y Agustín Lagos nunca recibió ayuda para poder contenerlo. Ni siquiera los cambios que hizo Sava en el complemento ayudaron, porque Sosa continuó haciendo de las suyas por ese sector y, con tres asistencias, se erigió como la figura de la noche.

Una de las cosas que más le molestaba al hincha en la era de la dupla eran sus planteos, un tanto mezquino, en los que el equipo no generaba muchas situaciones. Aunque tampoco era goleado.

Desde que Sava llegó al “decano” el equipo, en dos partidos, recibió siete goles y marcó uno, mientras que en las primeras ocho fechas había concedido y convertido exactamente la misma cantidad.

Los hinchas deberán acostumbrarse a este nuevo perfil de entrenador. Sava ya demostró en Córdoba que no planteará esquemas defensivos, sino más bien lo contrario. Lo de “un equipo valiente y ganador” iba en serio, si es o no la solución que necesita Atlético para este momento, sólo lo demostrará el tiempo.

En medio de la adversidad, Atlético se embarca en un camino que debe finalizar sí o sí con un triunfo el sábado contra Independiente Rivadavia. La autocrítica sincera y el compromiso colectivo son las herramientas esenciales para cambiar el destino. Habrá que ver qué pasa.