Existen transformaciones silenciosas. Cambios profundos en nuestra cultura de los que no percibimos su mutación hasta un momento revelador. Algo de eso está pasando con el dinero en las billeteras de los argentinos, quienes cada vez necesitan menos billetes para transitar su jornada. En muy poco tiempo nos hemos adaptado a un nuevo escenario en el que podemos pasar varios días sin un billete a mano y solucionar nuestras necesidades de consumo sin problemas.
Nuestras vidas se inundaron de códigos QR, billeteras virtuales, transferencias, aplicaciones para viajar y en algunas provincias hasta se puede pagar el colectivo urbano con el celular. Se puede comprar todo en el almacén del barrio con aplicaciones y también salir de noche con amigos sin ningún billete. Todo eso cambió en menos de cuatro años, después de que la pandemia precipitara cambios radicales en nuestras prácticas.
Hay momentos reveladores de esta mutación, por ejemplo, cuando tenemos que pagar una propina. No tenemos billetes suficientes o solo contamos con papeles de alta denominación. Sin embargo, este momento que parece un escollo también podría solucionarse a través de un proyecto de ley que se presentó la semana pasada en el Congreso de la Nación, el cual podría habilitar el pago de propinas a través de métodos virtuales. La idea pertenece al ex vicepresidente y diputado por Mendoza, Julio Cobos y tiene como objetivo facilitar que los trabajadores puedan cobrar propinas a través de tarjeta de crédito, débito, billeteras virtuales o cualquier otro medio de pago físico o electrónico. Actualmente existe un vacío legal ante el avance de las nuevas tecnologías en los hábitos de consumo y por ahora no es posible pagar propinas a través de métodos digitales.
El 2023 fue además el año de consolidación de los pagos con transferencias, las cuales se habilitaron en 2020. Esta vía de pago superó la cantidad de operaciones realizadas con tarjeta de débito, que, a su vez, duplica las transacciones con tarjeta de crédito. Este crecimiento fue confirmado por el último “Informe de pagos minoristas” de diciembre de 2023, que elabora el Banco Central y que detalló que esta variación no solo se aplica entre consumidores finales, sino también para intercambios de productos y servicios entre empresas y particulares.
En diciembre de 2023 se registraron 422 millones de transacciones con transferencias por $19,4 billones. Según el BCRA, esto es un incremento interanual de 117,8% en cantidades y de 24,1% en montos (pesos deflactados por inflación). De ese total, el 67,2% tuvo como origen o destino una CVU, es decir una cuenta de pago que tiene como soporte a una billetera virtual. Además los envíos entre las billeteras y otros proveedores de pago también registraron una suba interanual de 120,8% en cantidad de operaciones y con un aumento de 86,9% en los montos operados.
Si bien la pandemia fue un fenómeno global que disparó en toda la región la utilización de métodos de pagos virtuales, Argentina tiene sus particularidades. La inflación nos obliga a utilizar más cantidad de billetes que en otros países, cuestión que resulta incómoda e insegura. Quizás por eso, nuestro país lidera los porcentajes de abandono de los billetes en la región, según el informe “El estado de la inclusión financiera después de COVID-19 en América Latina y el Caribe: nuevas oportunidades para el ecosistema de pagos”, realizado por Mastercard con datos de 8 países latinoamericanos. La investigación detalla que si se analiza a la población que usa dinero en efectivo para pagar más de la mitad de sus gastos mensuales por país, Argentina registró una reducción del 20 %, mientras que Brasil y México mostraron disminuciones del 17% y existen otros países con menores tasas como El Salvador (5%) y Perú (8%).
La digitalización del dinero todavía puede crecer, aunque el mercado de las billeteras virtuales muestra algunos signos de saturación. La diversidad de ofertas podría ser un problema para los usuarios, quienes tienen que abrir una aplicación por cada servicio que tienen que pagar. Por eso, la unificación de pagos tendría una ventaja competitiva en los próximos meses. La billetera de Google, por ejemplo, comenzó a integrar distintos servicios como tarjetas de crédito, débito y tienen pensado también integrar pagos de transporte público. La próxima batalla es la integración y seguramente Argentina será un excelente laboratorio de pruebas.