Los aumentos del 30% aplicados a las dietas de diputados y senadores de la Nación quedaron en suspenso luego de que el presidente Javier Milei intervino en la polémica. Teniendo en cuenta que la medida va en contramano de las políticas de ajuste implementadas por la gestión, el mandatario les pidió explicaciones y una retrotracción de la decisión a los responsables, Martín Menem y Victoria Villarruel.
El aumento autorizado fue del 30% para los trabajadores del Palacio para enero y febrero, pero como esa paritaria impacta también en las dietas de los legisladores, el salario promedio de los 257 diputados y 72 senadores llegó a los 2,5 millones de pesos. Además, a ese número habría que sumarle el “plus por desarraigo” -para que los miembros del cuerpo que no son representantes de la Ciudad de Buenos Aires usen en pasajes tanto de ómnibus de larga distancia como de aviones- y los gastos de representación.
Aunque en el entorno del titular del Poder Ejecutivo descartan que este episodio provoque alguna ruptura en el espacio, el cortocircuito no pasa desapercibido porque hasta la mañana de ayer el propio Menem había defendido la medida pidiendo comparar los salarios de senadores y diputados con los que perciben sus pares provinciales, los camaristas, los trabajadores de la AFIP o del Banco Central.
A raíz de lo sucedido, el diputado oficialista Carlos D’Alessandro informó que el bloque de La Libertad Avanza (LLA) impulsará un proyecto para dar marcha atrás con los aumentos.
Mientras se espera que los representantes de LLA en el Senado se expidan también al respecto, el oficialismo deberá enfrentarse a un nuevo desafío porque tratar una reducción de las dietas en el recinto necesitará el apoyo de todos los bloques.