“Esto ocurrió durante un procedimiento de tránsito irregular, por eso (Gabriel Enrique) Sotelo le exigía al acusado que le devolviera la documentación del vehículo. Además, la defensa no proporcionó ninguna evidencia que sostenga que Sotelo agredió al inspector”, sostuvo durante su alegato Mariana Rivadeneira, titular de la Fiscalía de Delitos Complejos. La investigadora solicitó condenar a cinco años de prisión efectiva al agente municipal de tránsito, Emiliano Nasul Gramajo, que tendría conocimientos de boxeo, y que noqueó al taxista Sotelo tras una discusión sobre una infracción.
El hecho, que ocurrió en la esquina de Santa Fe y Virgen de la Merced, fue grabado por un transeúnte. Como consecuencia Sotelo sufrió lesiones en el rostro y el oído que le demandaron un tiempo de recuperación mayor a un mes. Nasul Gramajo fue imputado por el delito de lesiones graves agravadas por alevosía y en concurso con abuso de autoridad.
“Sotelo no reclamaba nada fuera de su derecho, no tenían por qué secuestrarle la documentación sino que correspondía hacerle una multa, según reconoció el jefe del acusado. Sotelo exigía que le devuelvan la documentación y le expliquen por qué le querían secuestrar el auto”, agregó la fiscala y remarcó que: “aunque Nasul diga que se asustó por la diferencia de tamaño que había con el taxista, tenía opciones: podía correr o pedir ayuda a los transeúntes, pero eligió pegar un golpe artero y a traición”.
Por su parte, el abogado querellante, Matías Chelala, se adhirió al pedido de la Fiscalía; remarcó que la lesión en el oído no le permitió a Sotelo volver a trabajar con el taxi y que “la agresiva reacción del inspector no fue un golpe sólo a Sotelo, sino a toda la sociedad”.
El defensor, Ricardo Fanlo, pidió la absolución de Nasul Gramajo. Argumentó que “cualquier persona que tiene todo en regla, cuando le piden la documentación colabora. ¿Para qué se baja del auto entonces Sotelo a increpar al inspector? En este juicio el denunciante dijo textual: ‘fui a quitarle’ la documentación, no a pedirle. ¿Eso no es una agresión? Tiene 34 kilos de ventaja sobre el acusado”.
Fanlo también sostuvo que la Fiscalía “caía en un error” al sostener que Nasul Gramajo sea boxeador amateur. “En las noticias lo catalogaron como boxeador, pero para ser boxeador hay que tener licencia; si mi defendido no tiene la aptitud física para poder subir a un ring, no puede ser considerado boxeador. No es lo mismo boxear que colaborar con los entrenamientos en un gimnasio”, argumentó.
La jueza Alejandra Balcazar escuchará hoy las últimas palabras del acusado y dictará la sentencia.