06 Marzo 2024
DESAYUNO DIFERENTE. Los estudiantes compartieron con adultos mayores.
“Desde 2020 que el Último Primer Día (UPD) no es un problema”, afirmó la rectora del Colegio Sagrado Corazón, Norma Maccio. La institución educativa decidió que, para controlar los desbordes que surgen en muchos colegios debido a las fiestas previas al último primer día de clases de los alumnos del último año, se realice una acción solidaria coordinada entre la escuela, las familias y los alumnos.
En este comienzo de ciclo lectivo los estudiantes del Sagrado visitaron el Centro de Dia de Adultos Mayores en situaciones de vulnerabilidad, ubicado en el pasaje Diaz Velez al 200.
“Todos los años realizamos alguna acción solidaria los primeros días de clases. Solemos repartir cafés en las colas de la Anses o en el Hospital Padilla”, relató Norma en diálogo con LA GACETA. “Pero cuando empezamos a planificar la actividad de este año en febrero con las familias llegó esta propuesta y nos pareció fantástico”, añadió.
Los 40 futuros egresados de la institución compartieron un desayuno con los adultos mayores que frecuentan el centro de día. “Cantaron canciones, se divirtieron, para muchas de las personas que estaban fue como revivir su juventud; había un señor que contó que hizo el primer grado en nuestro colegio”, contó emocionada la docente.
“Tenemos otra metodología del UPD; lo normal es salir de fiesta y compartir con tus compañeros y estar todo el día medio dormido en el colegio; nosotros lo cambiamos, es difícil estar mal o cansado estando con los adultos mayores”, manifestó el alumno Santiago Barazzutti.
“Uno no se da cuenta pero va por la calle y ve a estas personas y no sabemos en la situación en la que están. Sufren mucho porque están solos, necesitan apoyo y socializar con otra gente”, señaló el adolescente.
“Quedamos con las ganas de seguir involucrados con el centro, los adultos mayores son los olvidados de la sociedad”, expresó Maccio. El Centro de Día se encarga de recibir a personas en situación de vulnerabilidad para brindar desayunos y meriendas, además de actividades lúdicas. “Los encuentros con los chicos fueron muy enriquecedores, más que dar fuimos a recibir”, concluyó.
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